La Jornada, 06 de septiembre de 2016
Durante 114 días, la resistencia magisterial contra la reforma educativa ha estado en el centro de la agenda política nacional. Desde el pasado 15 de mayo, la huelga docente y la lucha de los padres de familia en defensa de la enseñanza pública ha sacudido regiones enteras del país, alterado la marcha de la economía y crispado el mundo de la política institucional.
No hubo, en todo este tiempo, una noticia que mereciera más ocho columnas de la prensa escrita y más cobertura en los noticiarios radiofónicos y en los telediarios. La cuestión educativa y las protestas magisteriales atravesaron la vida cotidiana de millones de ciudadanos. En comidas y reuniones familiares, transportes públicos, centros de trabajo, asambleas y reuniones universitarias el asunto se convirtió en tema obligado de conversación y debate.
A lo largo de estos casi cuatro meses, los maestros de la CNTE y sus aliados lograron que amplias franjas de la sociedad reconocieran que la reforma educativa está lejos de ser una solución a las carencias de la enseñanza pública en el país. Hicieron evidente que, por el contrario, es un verdadero problema. Mostraron que detrás de ella se esconden intereses empresariales que se disfrazan de ciudadanos, y que utilizan la coartada de los derechos de la niñez para hacer negocios. Esclarecieron que las leyes secundarias aprobadas por el Congreso de la Unión están mal hechas y peor aplicadas.
El movimiento magisterial ha sido, desde hace casi cuatro años, un dique social a las reformas neoliberales en marcha. Durante estos últimos 114 días, sus integrantes enseñaron en las calles, en las plazas y en las vías de comunicación el carácter antipopular y antinacional de las modificaciones legales presumidas por Enrique Peña Nieto como el gran logro de su administración.
En distintos momentos, a lo largo de los primeros meses de 2016, el gobierno federal anunció el fin de la CNTE, su derrota definitiva. La huelga nacional magisterial iniciada el pasado 16 de mayo demostró que las declaraciones gubernamentales eran baladronadas. La coordinadora no había sido vencida y, por el contrario, ahora es más fuerte que nunca. Los maestros abatieron la estrategia guerrerista de Aurelio Nuño (que demostró ser un pésimo político y peor policía).
De paso, la CNTE demostró que es un interlocutor necesario y legítimo para abordar la agenda educativa del país. Los maestros obligaron a las autoridades a sentarse a negociar y a que seles hicieran concesiones significativas. Clave en este diálogo fue el papel de la Comisión Nacional de Mediación (Conamed)...