La jornada, 12 de julio de 2005
El Banco Mundial (BM) tiene amplia experiencia financiando proyectos hidráulicos en México. Desde que en 1972 celebró el primer convenio para elaborar el Programa Nacional Hidráulico de 1975 hasta la reciente propuesta (aún no aprobada) Apoyo para la Modernización del Sector de Agua y Saneamiento, la institución multilateral ha participado en más de 30 proyectos vinculados con el agua en el país.
El abanico de programas relacionados con el vital líquido en el que el BM ha intervenido es muy amplio. Abarca áreas como irrigación, sanidad y abasto. La colaboración entre el gobierno federal y el organismo ha sido muy cercana. La evaluación del Proyecto de Administración de Recursos Hidráulicos, elaborada por la institución financiera el 31 de mayo de 1996, señala: "La política nacional hidráulica y los objetivos de administración de agua en México están estrechamente de acuerdo con la política del BM".
Muchos de los préstamos que el organismo financiero ha concedido a México han puesto como condición la privatización y la recuperación del costo total del agua. En su lenguaje la "recuperación del costo" se refiere tanto a la eliminación de los subsidios gubernamentales como al incremento de los pagos que los consumidores deben hacer para tener acceso al servicio. Esto significa que las empresas operadoras encargadas de proveer de agua potable deben cubrir todos sus gastos de operación y mantenimiento mediante los cobros a los consumidores, sin recibir subvenciones gubernamentales.
El gobierno de Vicente Fox, al igual que sus antecesores priístas, está de acuerdo con estas medidas, es decir, coincide con la privatización del sector. Según la institución multilateral, "las autoridades mexicanas han expresado su interés en que el BM se involucre activamente en el sector en este momento crítico para la agenda de la reforma, como un instrumento para proporcionar asistencia técnica imparcial basada en buenas prácticas experiencias internacionales".
Esta estrecha colaboración con la administración del "cambio" tiene un largo camino recorrido. Apenas en el año 2002 el BM concedió un préstamo de 250 millones de dólares a la Comisión Nacional del Agua. Parte del financiamiento fue utilizada para apoyar el llamado Programa para la Modernización de los Prestadores del Servicio de Agua y Saneamiento (Promagua), creado en 2001, que es parte de un fondo de financiamiento de infraestructura que proporciona préstamos a las municipalidades para que actualicen y expandan sus sistemas de abastecimiento de agua potable, abriéndolos a empresas privadas mediante concesiones de entre cinco y 50 años...