La jornada, 15 de julio de 2003
Entre el 9 y el 14 de septiembre en Cancún se efectuará la quinta reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se tratarán allí, entre otros, dos asuntos claves para el futuro del comercio mundial: los derechos de propiedad intelectual (conocidos como TRIPS por sus siglas en inglés) y la agricultura. Sin embargo, a pesar de su importancia, la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo en la agricultura es cada vez más remota.
Un informe de la OMC sobre el tema, elaborado por el presidente de la comisión, Stuart Harbinson, fechado apenas el pasado el 25 de junio (tradeobserver.org), afirma que los gobiernos están muy lejos de poder establecer nuevas reglas para el comercio agrícola mundial. Asimismo advierte que las negociaciones se enfrentan a grandes dificultades en prácticamente todos los apartados básicos, como son la reducción de aranceles y los programas agrícolas domésticos. La asistencia para los países pobres es muy limitada. En el centro de las desavenencias está la venta en el mercado mundial de productos agrícolas por debajo de sus costos reales de producción y los subsidios a la exportación de Estados Unidos y la Unión Europea.
Muchos países miembros de la OMC, especialmente los que se encuentran en "vías de desarrollo", han sido muy críticos con las negociaciones en curso. Sus propuestas han sido sistemáticamente ignoradas y, por el contrario, se les exige que limiten los aranceles que protegen su producción interna. Mientras tanto los colosos agrícolas mantienen cerrados sus mercados mediante todo tipo de prácticas comerciales legítimas e ilegítimas.
El comité de negociación agrícola de la OMC se reunirá informalmente el próximo 16 y 17 de julio para discutir la cuestión de los subsidios a la exportación, los apoyos domésticos y el acceso a los mercados. El viernes 18 celebrará un encuentro formal para analizar el informe Harbinson. La Unión Europea, que acaba de modificar su política agrícola común, desacoplando los subsidios de la producción y reorientándolos al ingreso familiar, el medio ambiente y el desarrollo rural, no piensa hacer nuevas propuestas para avanzar en la negociación y esperará a ver las iniciativas de sus adversarios.
La agricultura ha sido un terreno de enfrentamiento permanente entre Estados Unidos, el grupo Cairns, la Unión Europea y las naciones que buscan proteger su producción local. En 1985, una década antes de la fundación de la OMC en 1995, Estados Unidos promovió, de palabra, la disminución de las subvenciones agrícolas. Pero en los hechos los apoyos internos a sus agricultores no han hecho más que aumentar, aunque ello no ha significado que dejen de exigir que otros países abran sus mercados a sus alimentos. El grupo Cairns agrupa, fundamentalmente, a países exportadores y grandes agroempresas. Ambos promueven que los productos agrícolas sean tratados comercialmente como cualquier otra mercancía...