La Jornada, 25 de octubre de 2011
México padece un grave problema de salud pública por culpa del uso masivo de clembuterol para engordar ganado.
El pasado 17 de octubre, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) señaló que durante el Mundial de Futbol Sub-17, celebrado en México entre junio y julio, 109 de 208 jugadores examinados presentaron concentraciones del anabólico. Según el jefe médico de la FIFA, Jiri Dvorak, sólo cinco equipos participantes no tuvieron integrantes que dieran positivo en las pruebas.
Apenas unos días antes, la Agencia Mundial Antidoping (AMA) había perdonado a cinco futbolistas mexicanos que dieron positivo por clembuterol en exámenes previos al inicio de la Copa Oro 2011 de la Concacaf en Estados Unidos, al entender que fueron víctimas de un problema sanitario que afecta a México.
En lugar de reconocer la realidad, las autoridades mexicanas pusieron el grito en el cielo. Desgarrándose las vestiduras, Rocio Alatorre, comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgos, de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), rechazó los señalamientos de la FIFA y dijo que no les preocupan los informes de esa federación, porque no los conocen y no pueden comprobar su veracidad.
Lo mismo hicieron los engordadores de ganado. Álvaro Ley, presidente de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado, garantizó que 97 por ciento de la carne que se consume en el país proviene del sacrificio en rastros tipo inspección federal (TIF) y municipales, que cuentan con estrictos controles de seguridad del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Cofepris.
Pero el problema existe y es grave. Tan es así que el secretario de Salud (Ssa), Salomón Chertorivski, reconoció que, a raíz de la revisión practicada a 50 rastros después de la denuncia de la FIFA, fueron clausurados nueve por haberse comprobado que operaban de manera irregular, usaban clembuterol y mantenían situaciones insalubres. ¡Casi 20 por ciento!
Pese a las declaraciones oficiales, los testimonios sobre el uso del fármaco en el territorio nacional son abrumadores.
Apenas en junio pasado, el presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Veracruz (Agave), Octavio Nájera García, afirmó: Yo calculo que arriba de 50 por ciento de la carne que se consume en Veracruz tiene clembuterol.
El esteroide está prohibido en la industria cárnica en México por sus efectos negativos en la salud humana. Sin embargo, se utiliza masivamente porque los engordadores de ganado tienen muchos alicientes para usarlo y el costo de hacerlo es muy bajo. No les importa violar las normas sanitarias, porque las ganancias que obtienen son altas y el riesgo limitado...