Diálogo en Venezuela

La Jornada, 15 de noviembre de 2016

En sus épocas de mayor éxito, la sensacional Conga Obrera interpretaba a ritmo de salsa, para júbilo del respetable, una canción cuya letra dice: Patrón, agárrate de la brocha/que me llevo la escalera. Hoy, esa o una tonada similar deben estar sonando fuerte en los oídos de la oposición venezolana.

Y es que, después de prepararse para su última asonada golpista en contra del régimen de Nicolás Maduro, de anunciar su inminente destitución por la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV) y de llamar a una movilización de masas hacia el Palacio de Miraflores, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) debió meter reversa y sentarse a dialogar con el gobierno, gracias a la intermediación del Vaticano. Tuvo, pues, que agarrarse de la brocha…

Buenos católicos como dicen ser, a los opositores venezolanos se les debió atragantar el Jesús mío cuando el pasado 24 de octubre, fuera de agenda, el papa Francisco recibió al presidente Maduro en Roma. Francisco –anunció el Vaticano– ha deseado continuar ofreciendo su contribución en favor de la institucionalidad del país y ayudar a resolver las cuestiones pendientes y a crear mayor confianza entre las partes. La noticia cayó como balde de agua bendita, fría, entre los integrantes de la MUD.

La primera reunión entre el gobierno y la oposición se efectuó el pasado 30 de octubre. La segunda, el 12 de noviembre. Apenas unos días antes del arranque del proceso, Henrique Capriles, dirigente de la MUD, fingió sorpresa cuando le preguntaron por el diálogo y dijo haberse enterado de éste por la televisión. Según él, monseñor Emil Paul Tscherring, enviado del Vaticano, había anunciado un diálogo que no existía.

La declaración del dos veces derrotado candidato a la Presidencia pinta de cuerpo entero a la oposición venezolana. La MUD se había reunido previamente con el representante del Papa para establecer las condiciones de la reunión del 30 de octubre. Cada línea del comunicado vaticano fue conocido por el gobierno y la oposición antes de hacerse público.

El diálogo descarriló temporalmente el plan golpista de la oposición y, de paso, la dividió. El partido Voluntad Popular, del demócrata Leopoldo López, se negó a asistir y llamó a continuar la presión en la calle, en la ANV y en la comunidad internacional para sacar a Maduro del poder.

María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela, advirtió que el único propósito del diálogo es la salida de Maduro. Otras 15 agrupaciones de la coalición no asistieron a la reunión inicial argumentando que no están dadas las condiciones.

Henrique Capriles participó en el primer encuentro después de reunirse de manera no muy cordial con el ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, mediador en el conflicto. Acción Democrática accedió a sumarse a la iniciativa a raíz de una llamada directa de Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano...