Doris Lessing: la habitante del mundo de los libros

La Jornada, 16 de octubre de 2007

Desde siempre amiga de los sueños, llenos de información y advertencias, Doris Lessing necesita dormir y soñar para volver a ser ella misma. Y para soñar despierta, recurre a la lectura.

Autodidacta, prófuga de la escuela desde los 13 años, lectora voraz, niñera y operadora telefónica, la ganadora del más reciente Premio Nobel de Literatura supo, desde temprana juventud, que sería escritora. El mundo de los libros es el lugar del que forma parte desde muy joven.

Lessing es, más allá de su talento, una talachera de la pluma, una mujer capaz de sentarse a trabajar cada día durante horas. ¿Por qué escribe? Confiesa no saberlo. Pero su pasión es narrar historias. También su necesidad. Si no lo hace la asalta el mal humor. Las escribe desde los 12 años.

La escritura le ha proporcionado la posibilidad de ganar su libertad. “Fui capaz de ser más libre que la mayoría porque soy una escritora –cuenta en Dentro de mí, el primer tomo de su autobiografía–con la estructura sicológica de una escritora, que se coloca a distancia de lo que está escribiendo.”

La literatura, dijo el recientemente fallecido filósofo Richard Rorty, es más útil que la filosofía para lograr que los hombres sean felices. “Hay formas de sufrimiento humano –afirma– que la literatura puede hacer vívidas de una forma que la filosofía no puede. Leer literatura que, vívidamente, describe la crueldad y el sufrimiento experimentado en partes remotas del mundo, ayuda a apreciar la necesidad de la existencia de instituciones globales....”

La obra de Doris Lessing confirma la convicción de Rorty. Forjadora de nuevos lenguajes, no son pocos sus trabajos que reproducen habitadamente el Zeitgeist, el espíritu de su tiempo. En ellas se desmenuzan las actitudes intelectuales y emocionales de una época, las relaciones que la gente establece entre sí. A través de sus páginas se comprende la naturaleza de la relación colonial existente en el sur de África mucho mejor que en multitud de tratados políticos. Sus textos son una radiografía de las emociones humanas, un descarnado mapa del amor occidental en las últimas cinco décadas...