El fracaso de Puebla

La jornada, 10 de febrero de 2004.

Las negociaciones para firmar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) no caminan. El reciente encuentro de viceministros y expertos del continente, que concluyó en Puebla la semana pasada, terminó sin acuerdos. El objetivo de la reunión era establecer consensos mínimos sobre derechos, obligaciones y niveles de integración en el área de libre comercio. No se alcanzaron.

Las diferencias fueron evidentes desde la Cumbre de las Américas, efectuada en Miami en noviembre del año pasado. La decisión de avanzar en un ALCA light, en la que los países firmantes puedan optar por adherirse o no a ciertas cláusulas, fue más acuerdo de ocasión para que el proceso no descarrilara que un verdadero pacto.

Las contradicciones entre Estados Unidos y sus aliados (México, Canadá y Costa Rica) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), así como Venezuela y varios países caribeños quedaron de manifiesto durante la Cumbre Extraordinaria celebrada en Monterrey, en enero de este año. Los desacuerdos fueron similares a los que trabaron las negociaciones de la quinta reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC): derechos de propiedad intelectual, subvenciones agrícolas, subsidios a la exportación y compras gubernamentales.

El ALCA fue propuesta por George Bush padre. Su negociación comenzó durante la primera Cumbre de las Américas, realizada en Miami en 1994. Excepto Cuba, participan en el proceso los 34 países del hemisferio. De entrar en funciones representará un mercado de 800 millones de personas y un PIB de 8.5 billones de dólares.

Entre 1994 y 1998 las negociaciones definieron la estructura y organización del proceso. La discusión de los contenidos empezó en 1998. Sus disposiciones originales buscaban afectar no sólo el comercio, sino también la producción, los servicios, la educación, la salud, el agua y los recursos naturales. El ALCA fue diseñada para constituir el mercado cualitativamente más profundo del planeta, por la peculiar relación que busca establecer para los derechos de propiedad.

Sin embargo, muchas cosas han cambiado en el continente desde que el proceso se inició, hace una década. El supuesto de que la liberación comercial a ultranza es la mejor vía para promover el desarrollo y combatir la pobreza no ha podido demostrar su validez. Poderosos movimientos populares han tirado a gobernantes corruptos identificados con el Consenso de Washington en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil y Perú. Gobiernos de amplia base popular han sido electos en Brasil y Venezuela...