El nuevo incendio oaxaqueño

La Jornada, 27 de mayo de 2008

No da la cara, pero su mano está metida hasta el fondo. No aparece públicamente, pero hace sentir su presencia. En silencio, Elba Esther Gordillo mueve sus piezas y apuesta por incendiar Oaxaca.

Decenas de miles de educadores oaxaqueños suspendieron labores desde el 19 de marzo, e instalaron un plantón rotativo en el zócalo de la capital del estado y las calles aledañas. Han programado un plantón de 21 días, con la participación rotativa de profesores de cada una de las siete regiones en las que se divide el estado.

Desde esa fecha han efectuado marchas masivas, tomado casetas de pago de autopistas federales, dejando pasar libremente a los automovilistas, y bloqueado la entrada a edificios públicos. Amenazan impedir la celebración de la Guelaguetza.

Sergio Bello Guerra, directivo de la Asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca, asegura que la hostelería ha tenido pérdidas de un millón de pesos diarios. La asistencia a los restaurantes del centro de la capital ha disminuido 40 por ciento.

Los profesores demandan centralmente que se emita la convocatoria para el relevo de su sección gremial, la 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Exigen que las escuelas en poder de la sección 59 sean liberadas. Piden que cuatro de sus compañeros que son presos políticos salgan de la cárcel, y que se cancelen las órdenes de aprehensión contra muchos otros colegas suyos. Reivindican que se amplíen y mejoren los planteles educativos y que se eche a andar la segunda etapa de rezonificación salarial, acordada el 28 de octubre de 2006.

Las protestas forman parte de la Jornada Nacional de Lucha de la CNTE. Michoacán se encuentra en paro indefinido desde el 19 de mayo. El 29 se efectuará en la ciudad de México una marcha para consolidar un frente común contra el charrismo sindical.

El actual comité ejecutivo en funciones de la sección 22 fue elegido en mayo de 2004. Su duración estatutaria es de tres años. Esto significa que debió ser cambiado hace un año. Desde hace 12 meses se encuentra acéfalo, porque Enrique Rueda Pacheco, su secretario general, renunció ante las críticas y presiones de la base.

Para poder cambiar a sus representantes sindicales, los maestros necesitan hacer un congreso. Pero su convocatoria sólo puede ser autorizada por la dirección nacional del sindicato. Y Elba Esther Gordillo se niega a hacerlo, a pesar de que no tiene argumento legal alguno. Simple y llanamente apuesta a que los mentores oaxaqueños se desesperen y dividan para imponerles una dirección sindical a modo...