Elba Esther y los panistas

La Jornada, 12 de abril de 2011

Para los panistas, la relación con Elba Esther Gordillo es incómoda. Cada vez que pueden hablar mal de ella en público lo hacen, pero buscan sus favores en privado. La consideran indigna y corrupta, pero no dudan en pactar con ella. Es malo que la maestra les haga caso, pero peor que los ignore.

Los cables de la embajada de Estados Unidos en México filtrados por Wikileaks y divulgados por La Jornada corroboran este patrón de conducta blanquiazul. En 2006, Germán Martínez, diputado de Acción Nacional, le informó al ex embajador Antonhy Garza que su partido no está trabajando con Elba Esther Gordillo, presidenta del SNTE, porque ella quería mucho a cambio del apoyo del sindicato.

Germán Martínez afirma eso a pesar de que el 21 de marzo de 2006 los dirigentes del sindicato se reunieron con el candidato a la presidencia Felipe Calderón. Soy de las que creen que no basta con la alternancia, hace falta la transición, esperamos ganar y esperamos así sea, dijo allí Elba Esther. El futuro mandatario respondió: Soy Felipe Calderón, próximo presidente de la República, y me apena mucho haber llegado tan tarde que hasta la sopa se enfrió. Y, para que no queden dudas, reviró: Tuve aprecio por mis maestros y estoy dispuesto. Nomás me dan la guía. No hay que enseñarle el padre nuestro al señor cura.

En otro cable facilitado por Wikileaks se da a conocer que Manuel Espino Barrientos, dirigente del Partido Acción Nacional, informó que el precio de Gordillo era demasiado alto (en términos de posiciones en el Congreso y posiciones en el gabinete) y las encuestas mostraban que el Panal atraía menos del uno por ciento del voto. Sin embargo, a la hora de la verdad –cuenta el libro Doña Perpetua– los operadores de Elba Esther acordaron con Juan Camilo Muriño que los gordillistas dividan su voto: para presidente, por Felipe Calderón; para diputados federales, por los candidatos de Nueva Alianza.

Los panistas tienen motivos para renegar de Elba Esther. Nunca les ha gustado la educación pública ni los maestros. Pero, además, en 1986, siendo ella militante distinguida del PRI, organizó el fraude patriótico que impidió la llegada de Francisco Barrio a la gubernatura de Chihuahua. Durante sus primeros años al frente del sindicato de maestros, la profesora Gordillo decía con el PAN, jamás...