La Jornada, 09 de octubre de 2012
Quienes soñaron con una derrota de Hugo Chávez despertaron este 8 de octubre con una pesadilla. El mandatario venezolano triunfó sobre Henrique Capriles con 54.4 por ciento de los sufragios, 10 puntos porcentuales más que su rival.
Esta diferencia sería la envidia de la mayoría de los candidatos a jefe del Ejecutivo en cualquier elección. Mariano Rajoy ganó los comicios en España con 44.6 por ciento de los votos, David Cameron lo hizo en Gran Bretaña con 36.1 por ciento y Enrique Peña Nieto en México con 38.21.
No obstante lo contundente e incontrovertible de la victoria chavista, ahora diversos analistas políticos y la prensa española, estadunidense y buena parte de la mexicana, pretenden disminuir el alcance y significado del triunfo del presidente, o presentarlo como un paso en su eternización.
Quienes se comportan así son los mismos que, sin evidencia alguna, vaticinaron la inminente llegada de Capriles al Palacio de Miraflores, cuando nunca tuvo posibilidad de que algo así sucediera. Ninguna encuesta seria le dio nunca ventaja al candidato opositor y, por el contrario, los niveles de aprobación hacia Hugo Chávez y su gobierno han sido siempre muy altos. Sin embargo, se creyeron sus propias mentiras –o las de sus patrocinadores– y ahora no encuentran una manera elegante de rectificar.
Sería recomendable que todos ellos tomaran nota de la sugerencia de Manuel Rivas en El País, del pasado sábado 6 de octubre. “No se puede despachar a Chávez como un chiflado. Porque no lo es y porque lo decisivo va a ser la percepción popular de si han mejorado o no las condiciones de vida para la mayoría –escribió el autor gallego–. Según la ONU, la tasa de pobreza en Venezuela se ha reducido en 10 años en 21 por ciento. Gane o no Chávez, la austeridad española debería incluir una cura de humildad óptica con América Latina.”
Antes, del pasado 7 de octubre, muchos de los indicadores del grado de aprobación popular del mandatario venezolano estaban a la vista de quien quisiera mirarlos. Según el Reporte de la Felicidad Mundial 2012, realizado por la Universidad de Columbia de EU, Venezuela ocupa el segundo lugar de América Latina, y el número 19 en el mundo, en la lista de los países más felices del mundo, por encima de Francia, España, México, Brasil, Alemania y Colombia, Japón e Italia. Entre los parámetros evaluados en el estudio se encuentran la educación, la salud, la expectativa de vida, las relaciones humanas, el empleo y el ingreso económico familiar...