Izquierdas y diálogo nacional

La jornada, 23 de noviembre de 2004

Diversas organizaciones sociales han convocado a la realización de un Diálogo Nacional por un Proyecto de Nación con Libertad, Justicia y Democracia. En contra de lo que sus promotores estiman, no parece haber en el ambiente político nacional indicadores de que el proyecto tendrá éxito.

Aunque quienes firman el llamado son muchos, la iniciativa es animada, muy especialmente, por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Los trabajadores electricistas han desempeñado un papel fundamental en el rechazo a la privatización del sector eléctrico y en el reagrupamiento de los sectores más dinámicos del movimiento sindical mexicano. Sin embargo, estas cualidades son insuficientes para llevar a buen término una propuesta tan ambiciosa como es definir un proyecto nacional alternativo.

Entre quienes firman el llamado a la reunión se encuentra la Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo, fundada el 17 de diciembre de 2002. Nacida, en parte, debido a la autoridad moral de personalidades como Pablo González Casanova, Víctor Flores Olea, Luis Villoro y Miguel Concha, quiso ser una coalición política de masas con un programa de nación alterno. Pero no pudo serlo. Más rápido que despacio se convirtió en el organismo sombrilla de pequeñas organizaciones radicales.

En cambio, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), constituida en noviembre de 1997, ya tiene una propuesta de organización y lucha diferente, más moderada que la de otros convocantes. Integrada, entre otros organismos gremiales, por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), ha avanzado en la alianza con varias centrales campesinas que participaron en el movimiento El campo no aguanta más y en la relación con fuerzas obreras del interior de la república. Además, a no ser por una efímera alianza entre telefonistas y electricistas, pactada a finales de los años 70, la relación entre las direcciones de ambos sindicatos ha sido durante años más de rivalidad no antagónica que de cooperación.

La UNT ganó en las jornadas de lucha contra las reformas al Seguro Social de este año un enorme protagonismo en las filas del movimiento de los trabajadores. Así las cosas, no está muy claro por qué una fuerza como ella, dotada de proyecto, querría entrar a un proceso de negociación política con una constelación de grupos y organizaciones que, salvo el SME, poseen poca capacidad de convocatoria y están situadas a la izquierda de su espectro político. Es, pues, muy factible que, aunque formalmente esta unión haya convocado al diálogo, no se involucre muy activamente en él y maniobre para diluir su impacto...