La Jornada, 04 de agosto de 2009
José González Figueroa es director de la Telesecundaria 190-F, en ciudad Nezahualcóyotl. Hasta los 21 años trabajó en la cadena de hoteles Hilton, en Acapulco. Fue jefe de lavaplatos y garrotero, al tiempo que estudiaba la secundaria. Ganaba 50 pesos diarios y la comida, mucha plata para aquel entonces. Renunció el día en que uno de los gerentes, un estadunidense, lo humilló porque le había llevado un café sin cuchara para remover el azúcar.
González Figueroa se fue a la ciudad de Iguala con 40 pesos en el bolsillo, para tratar de entrar al Centro Regional de Educación Normal, y estudiar la carrera de maestro.
Era su apuesta escapar del círculo de la pobreza en la que nació y se crió. Había solamente 500 plazas disponibles para 5 mil aspirantes, y él sobrepasaba el límite de edad para ingresar. Pero ganó el concurso, recibió una beca de 250 pesos semanales y tres años después se graduó entre los 50 mejores estudiantes.
Ahora Elba Esther Gordillo quiere que los centros de formación del magisterio reorienten sus actividades y se dediquen a formar técnicos en turismo. Es decir, pretende que los muchachos que, como el profesor Figueroa, ven en las escuelas normales la forma de adquirir una profesión que les permita salir adelante en la vida, se condenen a chambear de mesero, a cargar maletas y a lavar platos el resto de sus días.
Aunque su acta de nacimiento dice otra cosa, José González Figueroa nació en un bajareque de una comunidad rural del municipio de Copala, en Guerrero, en 1940. Su padre fue vaquero, cazador, campesino y peón de albañil. Su madre fue pescadora y comadrona. Nunca pudieron aprender a leer y escribir.
Él se asume como un mestizo completo. Su abuelo materno fue criollo; su abuela por parte de madre era afro y sus dos abuelos paternos eran indígenas al ciento por ciento. De los ocho hermanos que tuvo, cuatro murieron por culpa de la pobreza.
El profesor Figueroa creció sin estudios y sin escuela, trabajando desde que tiene uso de razón. Un maestro desorejado que llegó a la comunidad a enseñar salió a los pocos días. Comenzó a estudiar la primaria hasta que cumplió 13 años de edad, cuando su familia se había trasladado a Acapulco...