La Jornada, 29 de agosto de 2017
En un súbito arranque de internacionalismo proletario, una organización sindical mexicana realizó el pasado sábado 26 de agosto un mitin en solidaridad con la dirigente gremial venezolana Marcela Maspero y en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
En un episodio digno de ocupar un lugar distinguido en el Museo del Absurdo de la política mexicana, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), vinculada al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), acarreó a sus afiliados desde el Auditorio Nacional hasta la embajada de Venezuela en Ciudad de México.
Frente a la sede diplomática, henchido de conciencia de clase, Hugo Ramos Ramírez, secretario tesorero de la central obrera conocida por vender los derechos laborales de los trabajadores a la patronal, denunció sin rubor alguno: Es una injusticia lo que están haciendo con los líderes sindicales de ese país sudamericano y no podemos permitirlo.
El improvisado defensor del proletariado venezolano, conocido por negociar contratos de protección en favor de las empresas, es líder de los trabajadores de Alpura y principal operador de Isaías González Cuevas, dirigente nacional de la central.
El prócer obrero Isaías González es senador por parte del PRI. Sus opositores dentro de la central, como Salvador Patlax, secretario general del sindicato nacional de la industria metalúrgica, lo acusan de enriquecimiento ilícito, por percibir fuertes sumas, debido al manejo discrecional de las cuotas sindicales de los miles de agremiados a la CROC, así como por otros conceptos, como la indebida retención de distintos porcentajes de las cuotas destinadas al Infonavit. Según, Alberto Serna, líder de la Central en Nuevo León, miles de agremiados han interpuesto denuncias penales por el delito de fraude en contra del senador del PRI.
La lista de tropelías y atropellos del defensor de la oposición venezolana no tiene fin. Un reportaje del semanario Zeta documentó cómo el aguerrido y solidario Isaías González no pudo ocultar el millonario contrato de compraventa de un hotel en huelga en Cabo San Lucas, Baja California Sur, cuando, todavía no se resolvía el juicio laboral entablado por la organización sindical en contra de la empresa Peza Construcciones (https://goo.gl/xo1R9X).
No es exageración. En todo el país, golpeadores de la CROC, emulando a los guarimberos venezolanos, armados con palos, tubos y cachiporras, agreden a trabajadores que buscan organizarse de manera independiente o que rechazan su extorsión. Así lo han hecho en Quintana Roo, estado de México, San Luis Potosí, Zacatecas, Ciudad de México, Durango y Baja California Sur, entre otras entidades. Según Alberto Rentería, líder del Sindicato de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos, el senador González es el principal cáncer del sindicalismo en México. En más de una ocasión, el inefable Grupo México ha contratado sus servicios para tratar de arrebatar los contratos colectivos de sus empresas, que están en manos de otros organismos gremiales...