La Jornada, 15 de septiembre de 2009
La Jornada cumple 25 años. Contra la corriente, en medio de una gran competencia, se ha consolidado como un periódico de referencia. Y no sólo dentro de México. Diariamente, gracias a Internet, es leído por miles de personas en todo el mundo que no nada más buscan la información de lo que sucede en el país, sino lo que escriben sus corresponsales y varios de sus articulistas.
En un entorno informativo en el que el poder combinado de anunciantes y gobierno(s) tiene gran capacidad de presión sobre los contenidos informativos de la prensa, La Jornada sobrevive como un medio crítico. Uno de sus méritos es su capacidad para descarrilar las campañas mediáticas que desde el poder buscan divulgar relatos homogéneos de los grandes problemas nacionales.
Tiene una viva y estrecha relación con sus lectores, quienes ven en este medio un mapa para orientarse informativamente y normar su criterio sobre lo que sucede en México y en el mundo, que no encuentran en otras publicaciones. Cuando no hallan en La Jornada lo que quieren leer, se inconforman y lo hacen saber. El número de blogs que se alimentan cotidianamente de sus páginas es enorme. Es frecuente encontrar pegados en las paredes y los periódicos murales recortes del diario.
En una época en que la mayoría de los medios de comunicación son dirigidos por empresarios, La Jornada es un periódico hecho y conducido por periodistas. Aunque es una empresa, el criterio que norma su funcionamiento no es la ganancia, sino la noticia.
En momentos en que la prensa escrita atraviesa por grandes dificultades financieras, resultado de la disminución del número de lectores, la caída de la publicidad, la competencia de Internet, la contratación de grandes préstamos y la bursatilización de sus operaciones, La Jornada funciona con números negros.
Mientras la mayoría de los grandes diarios despliegan la información cultural como si fuera un apéndice de sus secciones de Espectáculos, y le dedican mucho menos espacio que el destinado a la farándula, La Jornada otorga al mundo de la cultura una enorme importancia. Por principio de cuentas, informa sobre los principales eventos, personajes y novedades. Pero, más aún, procura recuperar para el debate las voces de intelectuales y artistas sobre cuestiones cruciales de la política nacional...