La Jornada, 12 de noviembre de 2013
La diputada regiomontana Verónica Sada Pérez está harta del plantón magisterial. En la ciudad de México ella vive en un departamento de lujo no muy lejos del Monumento a la Revolución. Y, a pesar de que tomó un curso de budismo tibetano y meditación en la Casa Tíbet México en 1998, no tiene paciencia con las protestas de los docentes. No le gusta nada lo que los maestros hacen y dicen.
Según la legisladora panista, los profesores no se quieren ir de la ciudad de México porque están haciendo de su acampada un modus vivendi y todas las noches tienen conciertos de música, les pasan películas con reclamos sociales; los incitan a la lucha de clases. Les siembran rencor y se burlan de las autoridades (Reforma,10/10/2013).
Doña Verónica no tiene idea de las incomodidades y sacrificios que los docentes en lucha sufren. De lo que es dormir sobre cartones en piso de cemento, de la lluvia y la humedad, de la precariedad de los servicios sanitarios. Ignora lo que es dejar atrás hijos y familia. Piensa que los maestros viven como ella. Le preocupa que se encuentren tan cómodos, que después no se quieran ir.
Las declaraciones de la diputada Sada Pérez son escandalosas, pero no tanto como su trayectoria política. Agente de seguros, contadora pública de profesión, entró al Partido Acción Nacional (PAN) en 1981, con 18 años de edad.
Funcionaria del DIF del flamante municipio de San Pedro Garza García, escaló en la estructura de ese instituto político hasta ocupar la secretaría de promoción política del comité nacional, durante la secretaría general de Manuel Espino. De manera sorprendente, sin tener ninguna experiencia en el sector petrolero, fue designada Subgerente de ventas de Pemex Refinación en la Región Norte, entre 2005 y 2012. Desde entonces comenzaron las denuncias en su contra por tráfico de influencias.
La contadora Sada Pérez fue parte –informó la periodista Manú Dornbierer en su momento– de una camada de 15 funcionarios de Pemex que los panistas reclutaron entre ex trabajadores del sistema de salud, seguridad pública, centros de readaptación social del estado de Nuevo León. Son médicos o policías y otros no tienen título alguno. Pero ni siquiera se encuentran en las áreas en las que fueron contratados. Se les ve en la sede del PAN en horas de oficina. Son ex funcionarios del anterior gobierno estatal panista, documentó Dornbierer...