Mexicanos Primero y el delfín del Presidente

La Jornada, 09 de febrero de 2016

Se acabó la luna de miel con el gobierno federal. Las estrellas se les desalinearon. Mexicanos Primero ataca de nuevo. El pretexto del pleito ahora es la cancelación de Planea 2016. El pasado 3 de febrero, mediante un desplegado publicado en un diario nacional, el grupo de presión empresarial sobre políticas educativas denunció la medida como un grave retroceso.

Claudio X. González Guajardo, su presidente, anticipó el pleito días antes de la aparición del desplegado, cuando aún no era pública la cancelación del examen. En una conferencia que impartió el 26 de enero al consejo directivo de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), anunció el cambio de rumbo en su relación con el gobierno: Nos vamos a acabar distanciando y peleando con ellos... Ahorita nos llevamos bien y van a ver que en dos o tres meses nos vamos a llevar mal (tv.concanaco.com.mx).

En la explicación que el doctor González dio a los líderes gremiales de los comerciantes sobre el porqué de la inminente ruptura con el gobierno, casi no se refirió a Planea. En cambio, dedicó mucho tiempo a explicar cómo la cancelación de la evaluación al desempeño docente en el primer semestre de 2016, y su posposición hasta finales de este año, es un error garrafal, que provoca que la reforma educativa pierda presión y se diluya. Esa pausa –lamentó–hace casi imposible culminar el ciclo de aplicación de exámenes a los profesores este sexenio.

Según el dirigente de Mexicanos Primero, la decisión de suspender la evaluación al magisterio responde a cuestiones políticas y electorales. No sólo por los comicios que se realizarán este año, sino por la sucesión presidencial. “Estamos entrando a una etapa de populismo educativo –explicó González Guajardo–; la política se está inmiscuyendo en lo educativo por las ambiciones políticas de Aurelio Nuño.”

El secretario de la SEP, de acuerdo con Claudio X. González, es no sólo un aspirante más a la Presidencia de la República, sino el delfín de Enrique Peña Nieto. Aurelio Nuño –dijo– es mucho más poderoso, dinámico, inteligente, abusado, del siglo XXI, cercano al jefe del Ejecutivo y al secretario de Hacienda de lo que era Emilio Chuayffet. Es, además, el artífice de la reforma.

Pero estas cualidades no lo vuelven intocable para el dirigente de Mexicanos Primero. “La política –aseguró– le va a pesar a Aurelio y no va a hacer todo lo que tendría que hacer un secretario de Educación.”

De hecho, las aspiraciones presidenciales de Nuño lo han llevado ya a hacer muchos anuncios –como el de la Escuela al Centro– para ocultar el hecho central: la reforma educativa está perdiendo presión. La maniobra –sentenció el ex funcionario de Televisa– responde a una necesidad: en 2018 el PRI podrá obtener en solitario entre 30 y 32 por ciento. Para ganar necesita hacer un acuerdo con Nueva Alianza. El costo de ese pacto electoral es desinflar la reforma educativa y no tocar los intereses del corporativismo sindical...