La Jornada, 09 de febrero de 2010
En los muros exteriores del edificio de Rectoría de la Ciudad Universitaria, en el Distrito Federal, el artista plástico comunista David Alfaro Siqueiros pintó tres murales. Se titulan El pueblo a la universidad, la universidad al pueblo; Las fechas de la historia de México y Nuevo emblema universitario.
Las fechas de la historia o el derecho a la culturase localiza en el lado norte del edificio. En la obra aparece un brazo con dos manos entrelazadas con las fechas en las que acontecieron episodios fundamentales de la historia de México: 1521, la Conquista; 1810, el inicio de la Independencia; 1857, año de promulgación de la Constitución liberal; Siqueiros dejó el último año en el aire así:19??De cuando en cuando, manos anónimas han llenado ese espacio en blanco con una fecha en la que se anuncia la realización de una nueva revolución. Durante la huelga universitaria de 1999 una brocha cambió las dos interrogaciones por el número 99.
Hoy, el país entero parece haber ocupado el lugar de ese mural. El rumor que anuncia un nuevo levantamiento popular en 2010 está en boca de los más variados actores políticos. Las advertencias no vienen sólo de la izquierda. Apenas en septiembre de 2009, en un hecho inusitado, José Narro, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que sobre la nación se cierne una amenaza de inestabilidad social. Al finalizar el año pasado, Miguel Alemán, ex gobernador de Veracruz y empresario, advirtió que los hombres de negocios no están preocupados por la crisis financiera, para la cual siempre habrá recetas; lo que les inquieta es la crisis social y el porvenir del país.
Carlos Slim Helú señaló hace un par de meses que urge evitar el sacrificio de las próximas generaciones; que nuestros gobiernos se han limitado a seguir los ajustes dictados desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en vez de elaborar planes de desarrollo propios; que para combatir eficazmente la pobreza –más allá de la asistencia social– se requiere inversión, actividad económica y creación de empleos; incorporar a los pobres a la clase media con desarrollo de capital humano, educación, salud y nutrición; en pocas palabras, una visión integral, ambiciosa, fuerte, con rumbo claro y de largo plazo...