La Jornada, 27 de marzo de 2012
Ana María Aceves Estrada es la flamante directora general de Evaluación de Políticas de la SEP. Fue, además, vendedora diamante de Amway. El pasado 21 de marzo participó en el foro Evaluación universal en el marco de la reforma educativa, organizado por el Senado y la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). Aunque llegó tarde a la reunión, fijó la posición de las autoridades educativas ante la evaluación universal.
La licenciada Aceves justificó la evaluación diciendo: tenemos que ser conscientes de que los padres, las madres de familia, la sociedad organizada, incluso los propios legisladores, la sociedad en general y muchos maestros están demandando mayor calidad educativa; eso es un hecho, no podemos cerrar los ojos ante ello.
Sostuvo que lo que la SEP quiere evaluar es lo que un maestro debe conocer de su práctica docente; son los planes, los contenidos y los programas de estudio. Se trata de detectar fallas y capacitar a los mentores.
Sin abrir resquicio alguno a la negociación sentenció categórica, sin fundamentos legales o pedagógicos: la evaluación universal va.
La funcionaria tuvo que escuchar pacientemente las quejas de los maestros de la CNTE. Para tranquilizarlos dijo que la evaluación que se les aplicará no es para correrlos ni para exhibirlos ni para afectar sus derechos laborales. Les aseguró que los resultados obtenidos no van a ser divulgados de manera denigrante.
Los reclamos de los profesores tienen tras de sí una historia. Desde hace unos años, las autoridades de la SEP han filtrado a la prensa, sin proporcionar el contexto de su aplicación, los resultados de los exámenes de admisión para ocupar nuevas plazas, presentando a los aspirantes como un ejército de perdedores y reprobados.
Incrédulos como son, los trabajadores de la educación desconfían de ella y de las autoridades educativas. Para muchos de ellos, la trayectoria profesional de la directora general de Evaluación de Políticas de la SEP es suficiente para ser incrédulos.
Perteneciente a una generación de funcionarios públicos creyente en el mercado como escuela de virtud, Ana María Aceves tiene como uno de sus méritos para ocupar su puesto haber sido distinguida con la designación de vendedora diamante de Amway.
La American Way, como se sabe, es una compañía de marketing, que comercializa productos para la salud, la belleza y el cuidado del hogar, basada en la venta directa de persona a persona. La empresa ha sido fuertemente cuestionada en los países donde opera y en Estados Unidos ha sido obligada a cambiar sus prácticas comerciales. Los vendedores diamantes son las estrellas de la corporación...