La Jornada, 02 de junio de 2009
En América del Sur la clase política que representa a la derecha vive un pronunciado retroceso. Salvo el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y, en mucha menor medida el mandatario peruano, Alan García, no cuenta con figuras de peso relevante. Pero el colombiano está marcado por sus vínculos con el narcotráfico y los paramilitares. Tan es así que ni siquiera cuenta con las simpatías de muchos legisladores estadunidenses.
Es por eso que la derecha ha tenido que recurrir a sus intelectuales para dar la batalla ideológica en el continente. Carente de políticos prestigiados y reconocidos, ha debido echar mano de sus hombres de ideas para combatir lo que califica de ascenso en la región del indigenismo radical, la izquierda marxista y el populismo. Curiosa ironía, la derecha, una fuerza tradicionalmente antintelectual, ha tenido que recurrir a los escritores para enfrentar a la izquierda.
Este nuevo protagonismo marcha a contracorriente de la tendencia general en la región. La influencia de los intelectuales en los asuntos públicos, tan importante en otras épocas, disminuyó sensiblemente a finales del siglo pasado. Muchos de ellos se reciclaron transformándose en expertos y tecnócratas. Pero ahora, ante el colapso de los políticos de la derecha, esta corriente pretende que su intelligentsia ocupe un papel relevante.
No hay en la derecha continental una sola figura política que pueda hacer frente a los personajes que hoy conducen gobiernos de izquierda o de centroizquierda en el área. Los políticos de la derecha sudamericana carecen de credibilidad. Por el contrario, la clase política progresista gana una y otra vez elecciones. Todos ellos tienen orígenes diversos. Hugo Chávez, de Venezuela, es militar; Evo Morales, de Bolivia, es un indígena, sindicalista de productores de hoja de coca; Fernando Lugo, de Paraguay, fue obispo católico; Rafael Correa, de Ecuador, es un doctor en economía egresado de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, y Luiz Inázio Lula de Silva, de Brasil, fue obrero metalúrgico.
En este contexto se inscribe el Encuentro Internacional Libertad y Democracia, organizado por el Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), efectuado a finales de mayo en Caracas, Venezuela, en el que participaron intelectuales de la derecha, como Mario Vargas Llosa, Enrique Krauze y Jorge Castañeda...