Regreso con gloria

La Jornada, 10 de abril de 2001

Aunque la marcha de la dignidad indígena ya concluyó, el eco de su mensaje se escucha aún. Al inicio de la temporada de siembras, los zapatistas y el movimiento indio han comenzado a cosechar los frutos de su lucha.

El 30 de abril terminará el periodo ordinario del Congreso de la Unión. Los foros de análisis sobre la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas organizados por la Cámara de Senadores concluyeron. Es el momento de dictaminar y aprobar la ley.

Muchas de las resistencias que existían para legislar sobre este punto se han desvanecido. El PAN tuvo que pagar un alto costo político al oponerse a seguir la política de Vicente Fox ante el EZLN, y parece poco probable que quiera volver a abonar un precio tan elevado como el que le significaría rechazar la iniciativa presidencial.

El PRI busca una nueva identidad y se juega su sobrevivencia construyendo una imagen distinta a sus prácticas del pasado. Sería de una enorme torpeza que volviera a presentarse en la arena política como un partido traicionero, preso de sus viejas mañas y compromisos, al objetar la aprobación de la reforma indígena con los mismos pretextos que su antiguo jefe, el hoy empleado trasnacional Ernesto Zedillo, utilizó durante su administración.

Quienes se oponen, lo hacen a pesar de opiniones como la del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el cual concluyó, en un acto reciente, que no habían razones legales de fondo para refutar la iniciativa.

Ciertamente, algunos congresistas aún se niegan a aprobar la iniciativa de la Cocopa, pero esta actitud es, en lo esencial, resultado de la desinformación y el prejuicio...