Chiapas, núm, 4, 1997
Un sistema económico injusto y criminal, el sistema político mexicano, obligó a un grupo de ciudadanos, mayoritariamente indígenas a empuñar las armas para hacerse oír y para llamar la atención sobre los graves problemas de los
pueblos indígenas en México. La vía política para el diálogo y la solución de las principales demandas del pueblo mexicano no vendrán del supremo gobierno, sino de la sociedad civil, las organizaciones sociales y políticas
independientes. La paz nueva, la que necesitamos los mexicanos, la que merecemos, vendrá de nosotros mismos, de nuestro empeño,
de nuestra esperanza...
CCRI-EZLN