Atenco: raíz y razón

La jornada, 23 de julio de 2002

El decreto presidencial que expropia más de mil hectáreas de San Salvador Atenco no sólo afecta las viviendas y tierras de labranza de sus pobladores, sino también su iglesia y el panteón donde descansan sus muertos. Se pretende desaparecer casi todo aquello que para la comunidad es sagrado, es decir, diferente, y más importante que la realidad ordinaria: lo que le da continuidad y raíces.

El gobierno federal quiere comprar en Atenco lo que para los campesinos no está en venta. Quiere adquirir con pesos y centavos lo que escapa a las relaciones mercantiles.

Muchos ejidatarios consideran a la tierra tan sagrada como su cementerio y su santuario. Para ellos no es una mercancía cuyo valor dependa de la ley de la oferta y la demanda ni un producto que deba entrar al mercado. De ella viven. Con ella han forjado su identidad y razón de ser. Merced a ella han sacado adelante a sus familias. No es un bien intercambiable, ni siquiera por uno similar ni aunque sea de mayor calidad. No necesitan haber ido a la escuela para saber que la obtuvieron por la lucha de sus antepasados; lo suyo no es enseñanza escolar, sino la vida misma. No están dispuestos a perder su único patrimonio por causa de una dudosa "utilidad pública" que servirá a unos cuantos para hacer negocios.

Los campesinos de Atenco no se oponen al progreso, pero sí a una de sus versiones que no los incluye. "Queremos el progreso", han dicho de muchas maneras. "Queremos proyectos para el campo", han respondido a quienes los acusan de frenar el desarrollo.

Sus palabras no hacen otra cosa que corroborar sus acciones. Durante décadas se han organizado para introducir agua y luz, por tener servicios, por mejorar sus tierras. Antes que líderes políticos sus dirigentes han sido gestores sociales a favor del bienestar de sus pueblos.

Pero el gobierno federal no los escucha. Prefiere inventar interlocutores a modo y simular la existencia de una importante corriente de opinión a favor de la venta de tierras entre los campesinos afectados que tratar con los dirigentes reales que se oponen a ello...