El 13 congreso de la CNTE

La Jornada, 28 de marzo de 2017

A contracorriente, escasos meses después de librar con éxito la madre de todas las batallas contra la reforma educativa, el magisterio democrático nacional se reunió para hacer el balance de la jornada de lucha y prepararse para luchar por la democratización de su sindicato, de la educación y del país.

El 13 congreso nacional ordinario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se efectuó en Ciudad de México entre el 24 y 26 de marzo pasados, precedido por fuertes protestas contra el gasolinazo, producto –según la coordinadora– de las reformas estructurales, en lo general, y de la reforma energética, en particular.

Estas protestas, de acuerdo con el diagnóstico del magisterio democrático, tienen como antecedente inmediato, los 124 días de huelga de los trabajadores de la educación por la abrogación de la reforma educativa, el incansable batallar de los padres de los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos por la presentación con vida de sus hijos y centenares de luchas contra las reformas estructurales y sus efectos.

El congreso anterior de la coordinadora, el número 12, tuvo lugar en Chilpancingo, Guerrero, durante los días 19, 20 y 21 de diciembre de 2014. Allí se acordó estallar la huelga magisterial-popular contra la reforma educativa que puso de cabeza al país entre mayo y septiembre del año pasado.

Los congresos nacionales son el máximo órgano de gobierno de la CNTE. A lo largo de su historia ha efectuado 13 encuentros ordinarios de este tipo, dos extraordinarios, y múltiples asambleas nacionales representativas, foros y actos político sindicales.

Esta intensa vida asociativa se ha efectuado sin apoyo oficial alguno, y al margen de los estatutos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), al que pertenecen todos los integrantes de la coordinadora. Sus reuniones son resultado de la voluntad de los maestros de base y de su vocación autónoma y autogestiva. Sus acuerdos no tienen consecuencias legales de ningún tipo, pero sí un indudable impacto en el terreno educativo, sindical y político; se cumplen por la libre decisión de quienes los toman.

La existencia misma de la CNTE, sus congresos y reuniones, así como sus movilizaciones son expresión del ejercicio de una forma particular de democracia radical. La celebración de los 
congresos nacionales está antecedida por la realización de congresos y asambleas estatales donde se nombran delegados y deliberan propuestas. Esta práctica de consulta a las bases explica el porqué de su sobrevivencia a casi 38 años de su formación, a pesar de todos los intentos hechos por el liderazgo del SNTE y por innumerables funcionarios públicos por desaparecerla y/o cooptarla...