La carta de AMLO a Trump

La Jornada, 24 de julio de 2018

A lo largo de la campaña presidencial, diversos enemigos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo acusaron de ser el Donald Trump mexicano. No era un halago, sino una forma de golpearlo políticamente. Inopinadamente, semanas después, a través de una misiva, el futuro mandatario mexicano admitió que existen importantes semejanzas entre ambos.

En el último párrafo de la carta que envió al presidente de Estados Unidos, AMLO encuentra paralelismos con él y le dice: “Me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro para desplazar al establishment o régimen predominante”.

La afirmación sorprende. Trump ha ofendido a México y a los mexicanos. Ha agredido y perseguido a los connacionales que viven en Estados Unidos. Impuso, en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aranceles a exportaciones mexicanas. En lugar de un cambio de paradigma en las relaciones exteriores, el que el próximo presidente mexicano se homologue con el estadunidense es un desacierto.

¿Cuál es la necesidad de encontrar similitudes con él? ¿En qué principio de política exterior se sustenta una maniobra como ésa? ¿Qué gana la diplomacia mexicana equiparando a su virtual presidente electo con uno de los políticos más detestados en el mundo? No se trata de que el tabasqueño ataque al neoyorquino o de que le diga cosas que pongan en peligro el futuro de la relación entre ambos países. Nada de eso. Pero sí de mantener una sana distancia. Si en lugar de su firma esas palabras llevaran la de cualquier otro político mexicano se habría producido un verdadero escándalo.

La carta de AMLO a Donald Trump es mucho más que mero saludo al vecino del norte, la manifestación del deseo de sostener relaciones binacionales cordiales o una agenda de los asuntos a tratar en común. Es, también, un inusual informe unilateral de las medidas que su gobierno tomará para frenar la migración hacia Estados Unidos. Habrá muchos cambios, señor presidente Trump, escribe el tabasqueño. ¿Desde cuándo hay que enterar al mandatario estadunidense de lo que será nuestra política interna?

El objetivo explícito de las medidas comunicadas a Trump es que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia, esforzándose en lograr que encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen. Se busca levantar una serie de cortinas que frenen el desplazamiento de la fuerza de trabajo hacia Estados Unidos.

Entre las acciones que se echarían a caminar se encuentra la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en el sureste del país, para crear 400 mil empleos. También, el impulso a un corredor económico en el Istmo de Tehuantepec, para unir el Pacífico con el Atlántico (una especie de Canal de Panamá seco), con una línea de ferrocarril de 300 kilómetros para el transporte de contenedores y el establecimiento de una zona franca...