Actualidad de las autodefensas

La Jornada, 27 de agosto de 2019

Hipólito Mora fue uno de los fundadores de las autodefensas michoacanas en 2013. Apenas el pasado 15 de julio, anunció por su perfil de Facebook: Le informo al gobierno federal y estatal, que desde hoy traeré conmigo un rifle y una pistola, y cualquier autoridad que trate de detenerme o desarmarme va a tener que asesinar, porque vivo ni a la cárcel me llevarán, ni me desarmarán.

Mora se reunió el 14 de febrero de 2013 con Miguel Ángel Gutiérrez, El Kiro, y con Juan José Farías, El Abuelo, personaje asociado en el pasado con el cártel de los Valencia. Allí acordaron levantarse en armas 10 días después en la Ruana y Tepalcatepec. Esa fue la presentación en sociedad de las autodefensas en la Tierra Caliente de Michoacán (https://bit.ly/328v0T3).

En diciembre de 2014, los hombres de Luis Antonio Torres, El Americano, mataron al hijo de Hipólito. El Americano, un autodefensa que creció en Estados Unidos, vinculado con Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, protegido por el pasado gobierno, supuestamente fue ejecutado en julio de 2018 afuera de un table dance en Manzanillo.

Hipólito Mora, acusado por sus paisanos de portarse como cacique, justificó el pasado julio portar nuevamente armas, porque en el tema de seguridad, estamos peor que nunca. Según él, a José Manuel Mireles (hoy subdelegado del Issste en Michoacán) “lo puso el crimen organizado como vocero… Él nunca estuvo armado”.

Las autodefensas calentanas surgieron en 2013 de la mano del Ejército, ganaderos, agricultores y grupos de narcotraficantes para enfrentar al cártel de Los caballeros templarios. En la marcha, se convirtieron en una nueva versión de la bola revolucionaria, sumando otros sectores agraviados por la brutalidad criminal.

Para meter al redil a un movimiento que se le escapó de las manos, el gobierno federal combinó diversas medidas: institucionalización en una Fuerza Rural, cooptación, amenazas, promoción del enfrentamiento entre grupos, cárcel y descabezamiento de los dirigentes rebeldes (https://bit.ly/33YHe26). Líderes como Cemeí Verdía se entregaron a los brazos del gobierno.

La estrategia oficial no acabó con el narcotráfico, sólo modificó su composición y formas de operar.

Algunos grupos de autodefensa incursionaron (o regresaron) a la industria criminal. 

Según el ex secretario de Seguridad Pública del estado Juan Bernardo Corona Martínez, al menos cuatro de estas organizaciones delictivas se disputan el control territorial en la región: el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), reductos de Los caballeros templarios, Los Viagras (antiguos sicarios del Chango Méndez) y sus aliados de La nueva familia michoacana. Como lo demuestra la denuncia de Hipólito Mora, tampoco terminó con la inseguridad. Ésta permanece...