La Jornada, 08 de octubre de 2019
El tamaulipeco Héctor Garza González tiene cuatro pasiones en la vida: Dios, la familia, la política y el beisbol. Le gusta preparar carne asada. Se relaja yendo al supermercado para comprar latería. De pequeño rentaba en 10 centavos historietas de Memín Pinguín, Kalimán y El Llanero Solitario.
Pieza de Álvaro Garza Cantú, ex alcalde de Tampico, Garza González fue el candidato de Morena a la gubernatura de Tamaulipas en 2016. Reprobó en las urnas. Apenas y obtuvo 32 mil 183 votos, 2.25 por ciento de la votación total.
Sin embargo. La 4T le hizo justicia. Conocido en la comedia política de su tierra como El Guasón, por su parecido con el villano de Batman, fue nombrado titular de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), aunque nada hay en su trayectoria que le acredite conocimiento o vocación por la cuestión educativa. Su aspiración era quedarse al frente de la Dirección General de Aduanas de Nuevo Laredo.
Conocido por su prepotencia, soberbia e influyentismo, es, sin embargo, hábil para negociaren lo oscurito. No en balde, en la SEP Garza González ha entablado una inmejorable relación con Alfonso Cepeda Salas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), especialista también en acordar con las autoridades a trasmano.
Apenas el 5 de octubre, en el Zócalo capitalino, Cepeda y Garza González (a nombre del secretario Esteban Moctezuma) refrendaron públicamente su alianza. Lo hicieron en el evento para celebrar los 75 años del SNTE, ante miles de maestros trasladados de casi todo el país, que aprovecharon –según el cronista Arturo Cano– para pasear y andar de turistas en el centro. Allí El Guasón tomó la palabra.
Hay, dijo desde el templete el titular de la Unidad Administrativa de la SEP, con el inconfundible aroma de la naftalina priísta, quienes se sorprenden de que en la 4T caminemos de la mano con el magisterio. Preguntó, ¿por qué se extrañan de la alianza que tenemos, si nuestras raíces son las mismas que las del magisterio progresista. La alianza –confesó– ha sido permanente. Y añadió: Lo que no entienden es que el magisterio camina al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador para darle a la educación nuevo rostro y sentido social.
Encarrerado, a nombre de la 4T, les anunció que el magisterio debe acompañar al gobierno, los queremos al lado, no adelante, ni atrás. El gobierno los quiere a su lado, al lado de las comunidades indígenas, porque se quiere hacer la nueva revolución de las conciencias...