Óscar Eyraud Adams, ecologista de los pobres

La Jornada, 29 de septiembre de 2020

El activista indígena kumiai Óscar Eyraud Adams fue asesinado el pasado 25 de septiembre en Tecate, Baja California. Entre las 6 y las 7 de la tarde, ocho hombres empecherados, con armas de alto poder, llegaron a su casa en dos lujosas camionetas de vidrios polarizados. No cruzaron una palabra con él. Le dispararon 13 tiros a mansalva. Los casquillos calibre 40, .223, 7.62 x 39 y 71.87, usados por rifles AR-15 y por AK-47, quedaron en el suelo.

Óscar, nacido en la comunidad de Juntas de Neji, tenía 34 años y una larga trayectoria de lucha en defensa de su comunidad y del pueblo kumiai. Su equipo de futbol era los Xolos de Tijuana, su cantante favorito Residente y su libro preferido Los cucapá: su pasado y el presente. Según cuenta Daliri Oropeza, sus amigos decían que él era correoso como la tierra y siempre tenía ganas de aprender (https://bit.ly/3kQw9rG).

Los kumiai viven en Estados Unidos y México. Tienen tras de sí al menos mil años de historia.

Ocupaban ese territorio antes de que esas dos naciones se formaran. Ellos no cruzaron la frontera, la frontera los cruzó a ellos. Son, literalmente, un pueblo en resistencia contra la extinción. Como los han estado orillando y orillando se suben al cerro, van y vienen. No tienen nada.

Al constatar quelas cosas estaban cada vez más difíciles para ellos, en los últimos tiempos Óscar se concentró en tres frentes de trabajo: la autodeterminación de su comunidad, la defensa del agua y la presentación de los desaparecidos. Antes, acompañó las movilizaciones en Mexicali contra la Constellation Brands, se sumó a las protestas de la CNTE contra la reforma educativa y apoyó a las víctimas de la masacre de Nochixtlán.

Convencido en que si no se involucraba en la lucha por la libre determinación en no más de 20 años se perderían la cultura y se olvidarían los sistemas normativos internos comunitarios, se preparó para defenderlos. Estaba en modo investigación. Buscaba respaldo en artículos y tratados internacionales sobre autonomía. Planeaba presentar en la asamblea de su comunidad una iniciativa para que ésta fuera reconocida legalmente como comunidad indígena.

En su sitio de Facebook advirtió: Hay un gran atraso en el tema agrario, más en materia de aguas. Ocupamos una reforma a las leyes de agua que favorezca al campo y a las comunidades indígenas del norte del país. Mientras que en la región la cervecería Heineken disfruta prácticamente sin restricciones el acceso líquido vital, los kumiai carecen de él.

“Inexplicablemente –escribió–, la Conagua ha iniciado una campaña para la renovación masiva de las 531 mil concesiones de aguas nacionales (2 por ciento de los concesionarios controlan 70 por ciento de las aguas concesionadas), la cual perpetuaría hasta 2050 las actuales dinámicas de sobreconcesionamiento, violación de los derechos de los pueblos indígenas, de compra-venta y especulación de concesiones, acaparamiento-despojo, contaminación e impunidad”. Añadía: La cervecería Tecate, ahora Heineken, ocupa recibir este comunicado. Ya no posible su desmesurada operación...