La Jornada, 01 de diciembre de 2020
Cuauhtémoc Blanco, el mediocampista mexicano que más goles ha concretado en competencias oficiales, anotó un autogol. El pasado 24 de septiembre, ya como gobernador de Morelos, declaró que el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Uriel Carmona Gándara, sabe quién asesinó al activista Samir Flores Soberanes, pero no quiere revelarlo, porque tiene miedo.
Samir Flores, el comunicador nahua que conducía el programa Amanecer ranchero en la radio comunitaria Amiltzinko, opositor del Proyecto Integral Morelos (PIM), fue arteramente asesinado afuera de su casa, en Amilcingo, Morelos, el 20 de febrero de 2019. Apenas el día anterior había participado en un encuentro organizado por el delegado del gobierno federal en Morelos, Hugo Erik Flores, abogado de los paramilitares responsables del asesinato de 45 inocentes en Acteal, Chiapas. El herrero cuestionó allí las mentiras que están diciendo acerca de la termoeléctrica en Huexca y el PIM.
Pero, en esa ocasión, Carmona hizo mutis. Eso, a pesar de que el 25 de septiembre de 2019, declaró ante el Congreso de Morelos que estaban identificados los asesinos del ambientalista y que a la brevedad serían aprehendidos.
A raíz de sus declaraciones, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDT) preguntó a Cuauhtémoc Blanco en un comunicado: ¿Usted sabe quién mató a Samir, señor gobernador? ¿Por qué dice que el fiscal tiene miedo? ¿A quién, a quiénes o a qué le tiene miedo? ¿Estaría usted dispuesto a declarar lo que sabe sobre el asesinato de Samir, señor gobernador?. Su respuesta, como la del fiscal, fue un sonoro silencio.
Agravio sobre agravio, el homicidio no esclarecido del indígena nahua adquirió aún más relevancia la madrugada del 23 de noviembre, cuando 300 elementos de la Guardia Nacional desalojaron dos campamentos que los ejidatarios instalados desde 2016, en las orillas del río Cuautla, en San Pedro Apatlaco, para impedir el desvío del agua del cauce a la termoeléctrica en Huexca.
Antes del amanecer, un campesino que hacía guardia en el plantón, mostró a los uniformados un amparo. Ellos respondieron que no querían verlo. La CFE y la secretaria de Gobernación han declarado, falsamente, que no hay impedimento legal para reanudar las obras. Pero los ejidatarios cuentan con 19 amparos vigentes y suspensiones de plano contra el PIM: nueve por el agua del río Cuautla y contra el acueducto. Tres más contra el acueducto, entre los que se encuentran los dos de los pueblos nahuas de Amilcingo y Atlixco. Y otro contra la termoeléctrica, interpuesto por Huexca desde 2014 (https://bit.ly/2Vd7L8L). Pero eso al gobierno federal le tiene sin cuidado...