Tribunal Permanente de los Pueblos reloaded 

La Jornada, 03 de agosto de 2021 

Ciudadanos que promovieron la consulta popular del pasado 1° de agosto llamaron a formar el capítulo México del Tribunal Permanente de los Pueblos, para juzgar a los políticos y sus acciones del pasado (https://bit.ly/3foT4tK y https://bit.ly/3C7Mjq6). Morena respaldó la iniciativa. Buscan coadyuvar a las investigaciones de las autoridades judiciales y romper con el pacto de impunidad. 

Se trata, explicaron, de un tribunal de conciencia que empuje la justicia. Para ello, convocarán a sesiones públicas para que las víctimas den su testimonio. Elaborará expedientes criminales para identificar delitos de lesa humanidad, de democracia, económicos y de saqueo de los bienes nacionales. 

Lo ignoren o no sus promotores, la iniciativa no es nueva. El Tribunal Permanente de los Pueblos-capítulo México, convocado por figuras como don Raúl Vera, obispo de Saltillo, sesionó entre 2011 y 2014. Casi cualquier defensor de derechos humanos en el país sabe de su existencia. El título de su expediente fue Libre comercio, guerra sucia, impunidad y derechos de los pueblos. Sus conclusiones, que en su momento fueron entregadas a las autoridades gubernamentales y judiciales mexicanas, pueden consultarse en el libro Juicio al Estado mexicano por la violencia estructural causada por el libre comercio (https://bit.ly/3rOL0rl). 

El TPP desplegó su trabajo en siete ejes: 1) feminicidio y violencia de género; 2) migración, refugio y desplazamiento forzado; 3) devastación ambiental y derechos de los pueblos; 4) violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía; 5) violencia contra los trabajadores; 6) desinformación, censura y violencia contra los comunicadores, y 7) guerra sucia y represión como violencia, impunidad y falta de acceso a la justicia. 

En tres años se celebraron 10 audiencias temáticas y transtemáticas, alimentadas por 40 preaudiencias. Se presentaron 526 casos, desde represión y asesinatos hasta la subordinación a los intereses de las grandes empresas. Unas mil organizaciones sociales y ciudadanas documentaron fehacientemente la dramática violación de los derechos humanos y de los pueblos en México. En el proceso participaron miles de personas. 

Algunas de las sesiones de trabajo fueron particularmente dramáticas. Varias víctimas rindieron su testimonio detrás de mamparas, en medio de fuertes medidas de seguridad, para protegerlas de represalias. El libro Memoria de las resistencias del pueblo de México. Represión a los movimientos sociales y a los defensores de derechos humanos, en el que se recogen las revelaciones presentadas en la Preaudiencia de la guerra sucia, realizada entre el 22 y el 24 de noviembre de 2013, es un documento desgarrador, pues se hace una exhaustiva radiografía de la barbarie oficial contra activistas populares...