Alemania: el agotamiento del Estado de bienestar

La jornada, 27 de mayo de 2003

Este 24 de mayo miles de trabajadores alemanes tomaron las calles en 15 ciudades para protestar en contra de la Agenda 2010. Coreando consignas como "¡Reformas, sí! ¡Desmantelamiento social, no, gracias!", impugnaron el programa de recortes sociales promovido por el gobierno socialdemócrata del canciller Gerhard Schroeder.

La Agenda 2010 de Schroeder es una ambiciosa reforma del Estado de bienestar alemán, uno de los que hasta ahora habían salido mejor librados de la ofensiva neoliberal. Pretende recortar pagos por concepto de seguridad social, reducir el seguro de desempleo, flexibilizar las regulaciones del mercado laboral y limitar la cobertura de la sanidad pública.

La iniciativa del canciller lo ha enfrentado con el sector de izquierda de su partido y con uno de los movimientos sindicales de Europa más poderosos sobre el que no se cierne sospecha alguna de radicalismo. Su moderación, por ejemplo, ha llevado a evitar que el IG BCE de la rama química, sindicato al que se encuentran agremiados los obreros que laboran para la empresa alemana a la que pertenece la hulera Euskadi en México, ofrezca cualquier tipo solidaridad a los trabajadores mexicanos de esa compañía que se encuentran en huelga, a pesar de la existencia de una amplia campaña de apoyo a ellos dentro de Alemania.

La Agenda 2010 deberá ser aprobada por una conferencia del Partido Socialdemócrata Alemán (PSD) que se efectuará el próximo primero de junio. Y las cosas no serán fáciles para quienes la promueven. Allí, el partido que este 23 de mayo cumplió 140 años de vida, y que fue una de las piezas claves en la construcción de los estados de bienestar modernos, enfrentará uno de los desafíos más grandes de su historia: seguir por la ruta transitada por otras fuerzas socialdemócratas europeas (como la española) y abandonar la lucha por sus reivindicaciones históricas básicas (pleno empleo y redes de seguridad social) o encontrar con imaginación vías alternativas para conservar las conquistas sociales.

Alemania es el país más rico de Europa: por sí solo genera casi la tercera parte de la riqueza económica de la Unión Europea. La reforma propuesta tiene como telón de fondo una dramática contracción de su economía, la crisis de las finanzas gubernamentales y la sobrevaluación del euro (pasó de 1.18 dólares por euro en su nacimiento el 23 de enero de 1999 a 1.175 el 15 de mayo de 2003). Las exportaciones germanas han sufrido serios descalabros. Mientras que Estados Unidos ofrece las tasas de interés más bajas desde 1961, la nueva República de Bonn ofrece rendimientos sobre la deuda a tres años de 2.40 por ciento. La automotriz Volkswagen perdió durante el primer trimestre de este año, en parte como resultado de la evolución de las divisas, 68 por ciento de ganancias. Además, esta reforma tiene como telón de fondo el envejecimiento de la población europea, las jubilaciones "prematuras" (65 años), el padecimiento de enfermedades cuya curación es "costosa", la precariedad laboral y la migración sin papeles...