Ecocidio en el Golfo

La jornada, 11 de enero de 2005

Mal terminó 2004 en el río Coatzcoalcos. El 22 de diciembre pasado reventó un oleoducto en su cauce, cerca del poblado de Nanchital, y se derramaron 5 mil barriles de petróleo. Una enorme mancha contaminante se expandió hasta su desembocadura en el Golfo de México. Al menos 60 mil personas resultaron afectadas.

Mal comenzó el año en esa región veracruzana. El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Luis Ramírez Corzo, ofreció una disculpa por los daños ocasionados por la empresa, pero, en lugar de emprender iniciativas de fondo para repararlos, puso en marcha acciones de maquillaje sin más fin que ocultarlos.

Después de decir que se habían "afectado vidas que tardan siglos en regenerarse", el mandatario veracruzano Fidel Herrera Beltrán desistió de interponer una denuncia penal contra la petrolera paraestatal por el perjuicio ecológico provocado. No quiso, afirmó, "abrir un frente de confrontación con el gobierno federal". Y rechazó que su postura obedezca a la intención de negociar la sede del Proyecto Fénix para que se ubique en el corredor industrial Minatitlán-Coatzacoalcos en lugar de Altamira, en Tamaulipas.

En vez de cumplir con sus funciones de vigilancia, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), dirigida por el aprendiz de porro José Luis Luege, se ha dedicado a encubrir a la paraestatal y a minimizar la tragedia. "Sólo murieron dos víboras de agua y una gaviota", declaró uno de sus subordinados, Adrián Vázquez (La Jornada, 6 de enero de 2004).

Y el secretario del Medio Ambiente, Alberto Cárdenas, conocido como El Dos Neuronas por su deslumbrante inteligencia, fiel a su política de defensa de las ganancias empresariales por sobre la conservación de la naturaleza, ¡felicitó! a Pemex y calificó su actitud de "preocupada por el medio ambiente". Siguió así la ruta que ha caminado hasta ahora -por ejemplo en la destrucción de los manglares quintanarroenses denunciadas por La Jornada- para evadir defender la naturaleza y la salud de los mexicanos.

Lástima que las estadísticas de la misma Profepa muestren una realidad distinta. Pemex es el responsable de 57 por ciento de las emergencias ambientales a nivel nacional con sustancias peligrosas, con mil 470 desastres ambientales de 1997 a 2001. El estado de Veracruz ocupa un lamentable primer lugar en el número de "incidentes": 502, seguido por Campeche con 419 y Tabasco con 391. En promedio, 70 por ciento de los desastres provocados por la petrolera ocasionan daños al suelo, 30 por ciento al agua y 10 por ciento al aire...