La jornada, 25 de enero de 2005
Primero de enero de 2005. En el paraje Tres Esquinas, del municipio de Paracho, en Michoacán, se celebró con una cabalgata el onceavo aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Decenas de hombres, mujeres y niños cubrieron sus rostros con capuchas y paliacates mientras entonaban el himno zapatista. Al concluir, una persona leyó el comunicado de la asamblea general de comunidades p'urhépechas realizada un día antes. El orador anunció la creación del Consejo Comunal Autónomo y de una junta de buen gobierno. Paracho es, desde entonces, municipio autónomo.
Días después, durante la primera asamblea de representantes de comunidades indígenas y colonias del ayuntamiento, se nombró a los primeros 32 integrantes de la junta, responsables de elaborar y proponer un plan de acción y avanzar en la formación de una "comunidad de comunidades".
Durante la segunda sesión del Consejo Comunal Autónomo uno de los asistentes describió su ámbito: "tiene que caminar de manera natural, así como el río. Tiene que ser como el viento. Tiene que ser como el venado, con un territorio, pero sinjamekua (lindero)". (Pedro Victoriano Cruz, "El grito de Nurío reagrupa organizaciones indígenas".)
La promulgación del autogobierno p'urhépecha es el último tramo divulgado a la opinión pública de la creciente -y usualmente silenciosa- marcha indígena hacia la autonomía en muchas regiones del país. Una muestra del nuevo terreno de lucha que los pueblos originarios emprendieron a partir de la aprobación de la reforma constitucional sobre derecho y cultura indígenas en 2001.
La creación del municipio autónomo está precedida de un largo proceso de lucha, organización y recomposición étnica en el estado. Conflictos agrarios, proyectos de desarrollo alternativos, enfrentamiento con ganaderos, defensa de los bosques, formación de profesionistas bilingües y reivindicaciones autonómicas, han sido la constante en la región. En marzo de 2001 la comunidad de Nurío, donde se efectuó el tercer Congreso Nacional Indígena, se convirtió en el centro de operaciones zapatistas durante la Marcha del Color de la Tierra. En octubre de 2003 se conformó, en Zirahuén, el primer caracol fuera de Chiapas, bautizado como "Erupción en rebeldía en el lago azul de Zirahuén". Apenas en noviembre del año pasado, diversas comunidades de Paracho impidieron la instalación de casillas electorales y quemaron algunas urnas.
La revuelta india ocurre en un estado gobernado por el cardenismo. No es iniciativa de una organización o una comunidad en particular, sino producto de una amplia convergencia de fuerzas comunitarias y etno-políticas. La constitución del municipio autónomo es expresión de la crisis de esta corriente -más allá de coincidencias coyunturales- para comprender y representar la nueva dimensión de las demandas indígenas. Aunque Paracho fue un bastión perredista desde 1988, el presidente municipal saliente -perteneciente al PRD- se asignó un sueldo de 70 mil pesos, se apropió de recursos extraordinarios y colocó en puestos a sus hermanos y esposa...