La jornada, 29 de marzo de 2005
México, DF, a 2 de septiembre de 2005. En un hecho histórico, Vicente Fox no asistió el día de ayer al Palacio Legislativo de San Lázaro a presentar su quinto Informe de gobierno. En su lugar envió el documento que da cuenta de su gestión a los diputados y pronunció un discurso en cadena nacional desde la residencia oficial de Los Pinos en contra de la subversión que sacude al país y en favor del apego estricto a la legalidad. Aseguró que con el respeto a la ley no negocia ni negociará.
Como sucedió durante el Informe presidencial de 2004, cuando trabajadores del IMSS, electricistas, universitarios y telefonistas cercaron la Cámara de Diputados para protestar contra la privatización de la seguridad social, en esta ocasión miles de ciudadanos se concentraron en las inmediaciones del edificio, protegido por la Policía Federal Preventiva (PFP). Pero a diferencia de entonces, en esta ocasión la movilización formó parte de un Paro Cívico Nacional para protestar contra la detención y la inhabilitación política de Andrés Manuel López Obrador.
Las vallas y rejas que las fuerzas del orden colocaron para impedir que la multitud avanzara más fueron tapizadas por los manifestantes con carteles en los que, al lado del letrero "Se busca", aparecen las fotos de los integrantes de la comisión legislativa que acordó proceder con el desafuero del entonces jefe de Gobierno.
El paro provocó el mayor desquiciamiento del país desde los días de la Revolución Mexicana. Grupos de enardecidos manifestantes, muchos de ellos con tractores y maquinaria agrícola, bloquearon los puentes fronterizos con Estados Unidos, las aduanas de los principales puertos y las principales carreteras. Amas de casa y estudiantes se concentraron en los zócalos de las ciudades golpeando sartenes y cacerolas. Médicos y enfermeras suspendieron la atención al público y mantuvieron funcionando únicamente los servicios de emergencia. También sitiada por la bola, la Bolsa Mexicana de Valores anunció la suspensión de sus operaciones hasta el lunes 5 de septiembre.
Se espera que de un momento a otro el Ejército sea llamado a patrullar las calles. Sin embargo, trascendió que un importante número de mandos castrenses se opone a "solucionar las tonterías" provocadas por los civiles, y otros exigen que las órdenes impartidas les sean comunicadas por escrito para no repetir lo que vivieron a raíz de su participación en los sucesos de 1968.
Diversos analistas políticos consideran que el gobierno de Vicente Fox está más aislado que nunca. Desde los primeros días de marzo el mandatario ha restringido su aparición en actos públicos, porque en todos se topó con grupos de ciudadanos que le recriminaron haberse convertido en el nuevo Gustavo Díaz Ordaz. Para gobernar, el jefe del Ejecutivo ha tenido que apoyarse en los medios de comunicación electrónicos. Su rostro, cada vez más desencajado, se ha convertido en el símbolo de un gobierno que navega en medio de la tormenta sin rumbo fijo...