La Jornada, 26 de junio de 2007
En pocos países occidentales desarrollados la izquierda ha alcanzado la fuerza que tiene en Italia. Una coalición de centroizquierda ganó el gobierno, por escasa mayoría, hace casi un año. Dentro de esa convergencia participan dos partidos que se llaman a sí mismos comunistas y otros dos que provienen de las filas del antiguo Partido Comunista Italiano (PCI). Al margen del gobierno existe un amplio movimiento político y social, identificado con la izquierda radical.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, el PCI tuvo enorme influencia en la sociedad italiana. El director de cine Pier Paolo Pasolini se refirió a él como "un país dentro del país". En las elecciones europeas de 1984 se convirtió en la agrupación política más votada de Italia, con casi 34 por ciento de los sufragios. Por su relación entre el número de afiliados y votantes era, en el sentido sociológico del término, el partido de la clase obrera.
A la izquierda del PCI surgieron diversos grupos de izquierda radical que, entre 1969 y 1980, tuvieron enorme importancia en la organización de huelgas y protestas. La mayoría de esas agrupaciones terminaron disolviéndose, aunque muchos de sus militantes siguieron muy activos organizando a los jóvenes precarios o promoviendo actividades culturales. Algunos de sus integrantes fundaron organizaciones armadas, como las Brigadas Rojas y Primera Línea, que llegaron a tener hasta cinco o seis mil militantes.
La palabra escrita tiene gran importancia en la política progresista. Existen en Italia tres periódicos de circulación nacional, de opinión y de izquierda: Il Manifesto, Liberazione y L'Unitá. En sus páginas se discute intensamente la vida política y cultural del país, y asuntos internacionales. El semanario Carta dedica muchas de sus páginas a analizar los nuevos movimientos sociales, la experiencia de los foros sociales y luchas de otros países, como la zapatista. Circulan multitud de revistas teórico-políticas que abordan cuestiones tanto de coyuntura como sobre el estudio de las nuevas formas de organización del capitalismo. Aunque sin la vitalidad del pasado, varias editoriales publican regularmente obras críticas. En algunos periódicos nacionales de información escriben intelectuales de izquierda...