La Jornada, 13 de noviembre de 2007
Finalmente se produjo el encontronazo. Durante la Cumbre Iberoamericana efectuada en Chile el pasado 9 y 10 de noviembre, los presidentes Hugo Chávez y Néstor Kirchner lanzaron duras críticas a las empresas españolas asentadas en América Latina. No fue de gratis. El pleito tiene una larga historia detrás.
Eran otros tiempos. La fiebre antimigrante y los prejuicios antisudamericanos no se habían hecho aún epidemia en España. Cuando Evo Morales, el líder cocalero, quiso entrar a Madrid para asistir a una reunión internacional, fue detenido por la policía migratoria. Como no llevaba consigo 500 dólares que acreditaran que no iba a buscar trabajo, no lo querían dejar entrar al país.
“Querían deportarme porque no tenía ese dinero –contó Evo en mayo de 2006, durante la cuarta Cumbre Unión Europea-América Latina, realizada en Viena–. Pero yo les dije que tras 500 años de explotar nuestros recursos, no había 500 dólares.”
Al final, un policía lo despidió con una frase que el hoy presidente de Bolivia recuerda bien: “Esas cosas del pasado hay que discutirlas, debatirlas…”
¡Esas cosas del pasado! España perdió sus últimas colonias americanas en 1898, pero desde hace dos décadas emprendió la reconquista. Frente a las antiguas colonias, la nueva derecha ha desempolvado los arcaicos prejuicios de su sublimada edad imperial.
España es América y América es España funge –nos recuerda Eduardo Subirats– como un arcaico eslogan administrativo, ya no de Guerra Justa contra Indios, ciertamente, pero sí al menos de título implícito de una propiedad intelectual sui generis. América Latina es, para la nueva vieja derecha, “Nuestra América”. No la de José Martí, sino la de Hernán Cortés. O, mejor aún, la de las grandes trasnacionales españolas.
Entusiasta con esta relación, Trinidad Jiménez, secretaria de Estado para América Latina del reino español, declaró al periódico El País(15/9/07): “el futuro de España como país está en América Latina”. Y agregó: “en general, las empresas españolas están muy bien en América Latina. A todas les va bastante bien, todas ellas tienen interés en seguir invirtiendo”...