La Jornada, 06 de abril de 2010
Si el escritor irlandés Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, quien aseguraba que el café nos vuelve rigurosos, serios y filosóficos tiene razón, entonces los funcionarios que dirigen la Secretaría de Agricultura en México no deben haber probado siquiera una taza del aromático. Son tantas y tan profundas sus meteduras de pata a la hora de definir la política agrícola del país, que el campo mexicano es zona de desastre.
La última hazaña de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) consiste, según la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, en utilizar recursos fiscales para respaldar a la trasnacional Nestlé en su plan de incrementar la producción de café robusta en el país. La intención oficial a corto y mediano plazos es que México pase de cosechar 150 mil sacos de café robusta por ciclo a medio millón. Para lograrlo dispondrán de más de 500 millones de pesos del Programa para el Desarrollo Sustentable de la Región Sur-Sureste.
Para los productores de café, la industria cafetalera y el país, esa medida es absurda y contraproducente. Para la trasnacional y sus aliados en el gobierno es un magnífico negocio.
¿Por qué es contraproducente? Porque deteriora la calidad del café nacional. El robusta es una variedad de mala calidad y bajo precio, un grano mediocre que puede ser utilizado en la fabricación de café soluble. Tres caracteres deben ser considerados para apreciar un buen café: cuerpo, acidez y aroma. Aunque los robusta tienen cuerpo, carecen de acidez y aroma afinado.
México es un país que cultiva café de buena calidad. Sería mucho más conveniente ejercer los 530 millones de pesos del Programa de Fomento Productivo y Mejoramiento del Café –recursos que ahora retiene la Federación, pues hay un subejercicio de 330 millones desde 2009– en apoyar a los productores de aromáticos de buena calidad y promover el consumo nacional de café molido y tostado que destinarlos a la producción de robustas.
Según la carta del director ejecutivo de la Organización Internacional del Café, los precios de los robusta descendieron 15.4 por ciento entre febrero de 2009 y febrero de 2010, mientras los precios de los otros tres grupos de café aumentaron. Hoy existe sobreproducción de este grano en el ámbito mundial, y sus precios se han desplomado hasta llegar a 70 dólares las 100 libras...