Los desatinos de un partido sin rumbo

La Jornada, 30 de noviembre de 2010

Ha transcurrido más de un año desde que se instaló la 61 Legislatura de la Cámara de Diputados. En ella el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene 237 legisladores, es decir, cuenta con una holgada mayoría. Lo sigue, muy de lejos, el Partido Acción Nacional (PAN) con 143 diputados.

¿De qué ha servido al tricolor contar con la mayoría en San Lázaro? No se trata de una pregunta ociosa. Si, como algunos analistas señalan, es inminente su regreso a Los Pinos, su actual desempeño en la Cámara anticipa el rumbo que desea imprimir al país. Más aún si se considera que el control de este órgano legislativo lo tiene Enrique Peña Nieto, el más aventajado entre los aspirantes a la Presidencia de la República.

Para responder a esta pregunta hay que analizar el comportamiento del partido en seis asuntos centrales: a) la negociación del presupuesto de Egresos; b) la reforma política; c) la elección de consejeros del IFE; d) la definición de la presidencia de la Cámara, e) el caso del diputado Julio César Godoy Toscano y f) la historia de las diputadas juanitas. En todos esos rubros la posición que ha asumido ha sido errática.

El proceso legislativo sobre la Ley de Ingresos para 2010 tuvo tres elementos medulares: 1) la propuesta del gobierno federal de un impuesto de 2 por ciento para el combate a la pobreza; 2) el tránsito entre el debate sobre este gravamen y la discusión de incrementar el IVA de 15 a 16 por ciento, y 3) el acuerdo entre PAN y PRI para evitar la alianza del blanquiazul con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el estado de México con miras al proceso electoral local de 2011.

El impuesto para el combate a la pobreza fue enterrado, pero se sustituyó con una propuesta alterna: incrementar el IVA de 15 a 16 por ciento. El acuerdo fue negociado directamente por diputados priístas con el entonces secretario Carstens, pero los legisladores del tricolor intentaron no pagar el costo político. El trato incluyó el apoyo en paquete para la aprobación no únicamente del incremento en la tasa de IVA a 16 por ciento en el país –excepto en alimentos y medicinas–, sino de otros gravámenes.

La negociación precipitó un alud de inconformidades. Los senadores de ese partido lo objetaron e incluso amagaron con modificarlo. Sin embargo, fue aprobado. En la distribución de los recursos fueron favorecidos varios gobiernos estatales, muy especialmente el del estado de México...