Los misteriosos desaparecedores

La Jornada, 28 de diciembre de 2010

Epílogo de una desaparición, el comunicado de la Red por la Transformación Global, el grupo que reivindica el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, transmite un mensaje central: nadie en el poder está seguro. En la lucha contra la injusticia y la impunidad en México, no habrá ni perdón ni olvido.

En la parte final de su proclama, la red afirma: parecía intocable hasta aquella noche en que su pasado oscuro lo alcanzó (...) siempre que como pueblo nos atrevemos a luchar contra la injusticia, no habrá felonía que quede impune. Tomar prisionero a Fernández de Cevallos y obligarlo a devolver una parte de lo que se robó –aseguran– es una demostración de que nadie, por poderoso que sea, es intocable.

El Jefe Diego, sostiene la organización que se presenta como su captora, es uno de los individuos que encarrilaron el destino del país en la vía del proyecto neoliberal, de los delincuentes de cuello blanco que han saqueado al país. Simultánea y alternadamente funcionario de Estado, empresario y abogado del crimen organizado, Fernández de Cevallos resume en su biografía todo tipo de historias oscuras: defensa de MetMex Peñoles contra las madres de miles de niños envenenados por la contaminación de la empresa; encubrimiento de los crímenes de la guerra sucia; establecimiento de un nuevo pacto entre la Iglesia católica y el Estado; vínculos con el narcotráfico; orquestación del fraude electoral que impuso a Carlos Salinas en 1988 y a Felipe Calderón en 2006, y del desmantelamiento del Estado social.

Tanto Felipe Calderón como distintos analistas han puesto en duda la autenticidad de la Red por la Transformación Global. Según el mandatario, el único interés de sus captores fue económico y su manifiesto puro rollo e hipocresías; de acuerdo con varios articulistas y columnistas, la desaparición de Fernández de Cevallos fue una maniobra política para proyectarlo como candidato presidencial o fortalecer al Partido Acción Nacional (PAN). Otros han divulgado la versión de que detrás del secuestro se encuentra alguna organización político-militar extranjera, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o ETA...