La Jornada, 30 de octubre de 2001
¿Qué provocó el asesinato de Digna Ochoa: su larga trayectoria defendiendo derechos humanos en contra del círculo de la impunidad o uno de los casos que atendía y que afectó una franja sensible del poder?
¿La mataron por ser la abogada de luchadores sociales en Querétaro, por defender a los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera en contra de los caciques talabosques de Guerrero, por representar legalmente a los dirigentes del ERPI, Jacobo Sila y Gloria Arenas, o por llevar el caso de los estudiantes, hijos de dirigentes del EPR, acusados de poner los petardos contra sucursales de Banamex, reivindicados por las FARP?
¿En qué domicilio se facturó su muerte? ¿En el de los militares a quienes quiso llamar a rendir testimonio o llevara juicio y de quienes ella siempre sospechó por las amenazas y agresiones que había sufrido en el pasado? ¿En las catacumbas donde sesiona algún grupo paramilitar de ultraderecha? ¿En los sótanos de la política mexicana donde viven los agentes de alguno de los cuerpos de inteligencia?
¿Fue su asesinato un ajuste de cuentas con un individuo o un mensaje a una causa? ¿A quién se quiso advertir: al Presidente, a los defensores de los derechos humanos, a los luchadores sociales?
¿Cuál es el recado que salió dela bala del calibre .22 que segó la vida de Digna? ¿No toquen la impunidad del pasado? ¿Dejen el movimiento y váyanse a sus casas? ¿En este país no hay más ley que la del revólver?
¿Qué motivó a la PGR a archivar el caso de Digna el 9 de mayo de este año?¿Por qué esa institución ha difundido que la indagatoria había sido desechada desde el pasado sexenio? ¿Tendrá algo que ver con que en seis de los últimos siete casos que la abogada llevaba se haya tenido que confrontar con el general Macedo de la Concha, entonces procurador de Justicia Militar, hoy procurador general de la República?
¿Los matones que dispararon el gatillo son los mismos que planearon el operativo? ¿Quiénes son los asesinos materiales y quiénes los intelectuales?...