La Jornada, 05 de julio de 2011
Elba Esther Gordillo tiene tantas caras como cirugías plásticas se ha hecho. Para obtener lo que quiere es capaz de hacer cualquier cosa: sonreír, amenazar, conversar, chantajear, reír, llorar, sobornar, seducir o golpear. Decir la verdad no es una de sus cualidades, tampoco la lealtad. No en balde uno de sus libros favoritos es Elogio a la traición, escrito por Denis Jeambar e Ives Roucaute.
La conferencia de prensa que ofreció el pasado 29 de junio es una muestra ejemplar tanto de sus dotes histriónicas como de su desapego a la congruencia entre lo que dice y la realidad. Durante horas mintió a mansalva, dijo medias verdades y ocultó hechos significativos.
El objetivo central de su encuentro con los medios de comunicación fue golpear al presidente Felipe Calderón, vilipendiar a sus enemigos políticos, amenazar a quienes la han abandonado, aparentemente ofrecer su fuerza política al mejor postor y, por supuesto, ensalzar a sí misma y a su familia.
En los últimos días Elba Esther habló formalmente bien de Felipe Calderón, declaró que es el presidente de la educación y aceptó –como lo ha hecho con todos los gobiernos en turno– su segunda reforma educativa del sexenio. Sin embargo, en los hechos, frente a los periodistas le clavó el puñal por la espalda. En un momento en que el jefe del Ejecutivo quiere presentarse ante la opinión pública como el paladín de la ética, la profesora Gordillo lo presentó como un político mercanchifle, que hace arreglos en lo oscurito que luego niega en público.
Durante años, la maestra tuvo un grupo compacto para hacer política conocido como la Banda de la Y. Lo integraban Francisco Yáñez (que se hace llamar el Búfalo de Metal), Miguel Ángel Yunes, y el yerno cómodo Fernando González.
Pero la banda se desintegró. Involucrado con Carolina Enríquez Valles, miss Ciudad de Chihuahua 1978, Yáñez intercedió ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la hermana de ésta, detenida por el Ejército cuando participaba en el cargamento de camionetas de droga que serían pasadas hacia Estados Unidos. El Búfalo de Metal cayó en desgracia. Miguel Ángel Yunes, quien ocupó la dirección del Issste merced a la negociación de Elba Esther con Calderón, contendió por la gubernatura de Veracruz con el PAN, y dejó en su lugar en la institución a Jesús Villalobos, un personaje ajeno a la líder vitalicia del SNTE. En diciembre del año pasado se hizo la ruptura entre el veracruzano y la profesora Gordillo, cuando ella se presentó a la toma de posesión del nuevo gobernador jarocho, a pesar de las impugnaciones de Yunes...