Tultitlán

La Jornada, 16 de agosto de 2011

El migrante guatemalteco Julio Fernando Cardona Agustín fue asesinado a golpes hace poco más de una semana. Fue visto por última ocasión en Tultitlán, el sábado 6 de agosto, a bordo de la patrulla 203 de la policía municipal. Los agentes lo detuvieron mientras dormía en las vías del tren, como presunto responsable de un robo. Pocas horas después, su cuerpo sin vida fue encontrado en las vías del ferrocarril aledañas a la Casa del Migrante de Lechería.

Julio Fernando Cardona Agustín era originario del departamento de San Marcos y tenía apenas 19 años de edad. Formó parte de la caravana humanitaria Paso a Paso por la Paz, promovida por el sacerdote Alejandro Solalinde, que recorre el país desde el 25 de julio, promoviendo la protección y el reconocimiento de derechos para los inmigrantes indocumentados centroamericanos en México que se dirigen a Estados Unidos.

Julio Fernando llegó a la Casa del Migrante de San Juan Diego, en Tultitlán, el 2 de agosto. Tres días después recibió un certificado de nacionalidad para gestionar la regularización ofrecida por el Instituto Nacional de Migración a los integrantes de la caravana. El día 6 decidió continuar su viaje a Estados Unidos. Ya no llegó. Fue detenido por policías mexicanos y asesinado.

Lechería, en Tultitlán, es una comunidad a la que llegan de paso miles de centroamericanos. Allí confluyen los ferrocarriles que vienen del sur de México con los que van al norte.

Durante años, los migrantes abordaban el tren rumbo a la frontera en la estación Tultitlán del Tren Suburbano; sin embargo, ahora existen bardas y mallas que hacen más difícil subir. Los indocumentados que arriban a Tultitlán son víctimas frecuentes de redadas, extorsión y persecución de las diversas policías. Con frecuencia, las autoridades actúan en contubernio con las bandas criminales que abusan de los centroamericanos.

Las protestas por la muerte de Julio Fernando no se hicieron esperar. Una semana después, grupos defensores de derechos humanos y migrantes centroamericanos realizaron una caminata silenciosa por las vías del ferrocarril en Arriaga, Chiapas; marcharon para exigir castigo a los homicidas de su compañero. Exigieron eliminar las visas para migrantes y así evitar que sean víctimas del crimen organizado. Llevaron cruces y mantas con las leyendas Alto a la represión, Eliminar visas para migrantes centroamericanos y Basta de represión, secuestros, violaciones y asesinatos de migrantes.

El sábado 13 de agosto, integrantes de la Caravana Paso a Paso y los encargados del albergue Casa Juan Diego convocaron a una procesión pacífica y una liturgia en memoria de Julio Fernando. Sin embargo, un grupo de vecinos, integrado por entre 30 y 50 personas de la colonia Lechería, impidió la realización del acto y amenazó con quemar la Casa del Migrante. Durante seis horas, religiosos y migrantes sufrieron la acometida xenófoba y racista...