La Jornada, 15 de octubre de 2013
Héctor Serrano es el secretario de Gobierno de la ciudad de México. El 1º de octubre declaró que, luego del enfrentamiento que policías sostuvieron la mañana de ese día con integrantes de la CNTE, un elemento de la Secretaria de Seguridad Pública del DF estaba en coma. Horas después, diversos medios informaron que el agente tenía muerte cerebral y que su vida estaba en peligro.
Sin embargo, al día siguiente, el panorama resultó ser otro. El subinspector de la policía metropolitana Álvaro Sánchez Valdez no estaba en coma ni con muerte cerebral. Su esposa, Éricka Granada, lo confirmó, y no quiso responder más preguntas a los periodistas porque nos dijeron que no podíamos hablar(http://www.animalpolitico.com/).
En su columna Ciudad Perdida del pasado martes, publicada en este diario, Miguel Ángel Velázquez escribió: En el comunicado 939/13 de la Secretaría de Seguridad Pública del DF no se hace alusión alguna al supuesto o real estado de coma del policía, aunque sí se habla de las lesiones que le impusieron los golpes recibidos.
De la agresión se culpó al profesor chiapaneco Ernesto de Jesús Rea Coello, quien fue detenido y acusado de tentativa de homicidio. Sin embargo, dos días después fue liberado. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal explicó que el Ministerio Público no encontró correspondencia entre la versión de testigos y la lesión de Sánchez Valdez.
Ernesto de Jesús Rea es uno de los 2 mil maestros chiapanecos que hacen acto de presencia en el plantón que la CNTE tiene en el Monumento a la Revolución, en la ciudad de México, junto a otros miles de docentes de diversos estados. Su presencia allí no es casual. El 95 por ciento de los profesores de esa entidad del sureste mexicano, adscritos a la sección 7 del SNTE, se encuentran en paro desde el pasado 28 de agosto. Sus compañeros de la sección 40 suspendieron labores 10 días después.
Chiapas es uno de los baluartes principales de la coordinadora. Fue en ese estado donde, en 1979, se realizó su reunión fundacional. También conquistó allí, casi dos años después, el reconocimiento de su primera dirección democrática en una sección sindical. Desde entonces, con altas y bajas, han desempeñado un papel central en la lucha nacional.
Como en el resto del país, los maestros de ese estado exigen la abrogación de la reforma constitucional en materia educativa y sus leyes secundarias. Y, ante la cerrazón gubernamental, cada día que pasa radicalizan sus acciones. Desde el inicio del conflicto instalaron un plantón en la plaza central de la capital del estado. En un par de ocasiones tomaron la Torre Chiapas, el edificio más alto del sureste del país, símbolo de los poderes locales. Allí se albergan oficinas del gobierno, el estudio de televisión de Tv Azteca Chiapas y un helipuerto...