Castro, Soros y el Muro de la Pobreza

La jornada, 05 de marzo de 2002

Cuando Fidel Castro llegue a la sede de la Conferencia Internacional sobre Financiación y Desarrollo, que la ONU realizará del 18 al 22 de marzo en Monterrey, no verá a los pobres de la ciudad. Un muro de dos metros de alto y dos kilómetros de largo construido frente al lugar del encuentro se lo impedirá.

Y es que para ocultar los bolsones de pobreza de la Sultana del Norte, para que los ojos de los distinguidos visitantes extranjeros que asistirán a la conferencia no se lastimen con las penurias de viviendas rústicas y barrios populares, para que los dignatarios y Barones de la Pobreza que laboran como funcionarios de ONG y organismos multilaterales puedan disfrutar sin empacho de sus hoteles de cinco estrellas mientras discuten los planes para alcanzar un mundo sin miseria, el gobierno regiomontano construirá un muro para aislar las zonas populares de la sede de la cumbre.

La barda ha sido bautizada como el Muro de la Pobreza. Será construida sobre la avenida Morones Prieto de la ciudad de Monterrey para impedir que desde el Cintermex -lugar del encuentro de la ONU- se vean las humildes casas proletarias en las que viven los antiguos obreros de la empresa Fundidora de Fierro y Acero. Las fachadas de los hogares que no alcanzarán a ser cubiertas por la nueva edificación serán convenientemente remodeladas.

El rostro de la pobreza, se sabe, es feo. Por eso, según José Mario Garza, secretario de Gobierno de Nuevo León, la operación maquillaje se requiere "para dar una buena imagen" y como "muro de contención". Después de todo, añadió, "cuando uno invita a alguien a su casa, barremos, recogemos todo para que la casa esté presentable" (Milenio, 1Ɔ de marzo de 2002).

Fidel Castro llegará entonces a territorio regiomontano con "la casa presentable" para "matar dos pájaros de un tiro": mantener la ofensiva diplomática iniciada a partir de la crisis de la toma de la embajada mexicana en La Habana y posicionarse en el debate sobre el futuro de la globalización.

La estrategia hacia Cuba del secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, sufrió un serio descalabro el 28 de febrero. La bisoñez y arrogancia de un canciller que juega a ser "el aprendiz de brujo" precipitaron una crisis en la que la diplomacia mexicana resultó dañada. Vicente Fox sabe ahora que no puede manejar unilateralmente las relaciones con la disidencia política castrista...