Michoacán: tres ultimátum sobre la mesa 

La Jornada, 15 de abril de 2014

Desarmarse o no desarmarse, he ahí el corazón del pleito actual en Michoacán. Estados Unidos presiona para que las autodefensas sean desmovilizadas, el gobierno federal las emplaza a que dejen las armas y los alzados exigen que, antes de entregar un solo fusil, las autoridades cumplan con una serie de condiciones. Los tres han puesto sus ultimátum sobre la mesa. El 10 de mayo es la hora cero.

El pulso se libra desde comienzos de año. El 9 de enero, el Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar en México debido a amenazas a la integridad y seguridad que representan organizaciones criminales trasnacionales (OCT) en ese país. Ciudadanos estadunidenses han sido blanco de violencia, como secuestro, asalto y robo a manos de OCT en varios estados. Michoacán ardía.

La respuesta gubernamental no se hizo esperar. Cinco días después del comunicado estadunidense, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, emplazó a los grupos de autodefensa a regresar a sus lugares de origen y reincorporarse a sus actividades cotidianas, en tanto las fuerzas federales, en coordinación con las autoridades estatales, se hacían cargo de la protección y seguridad de los habitantes de la Tierra Caliente.

Los civiles armados no le hicieron mucho caso. El 12 de enero, después de un combate de dos horas, tomaron la comunidad de Nueva Italia, punto neurálgico en la ofensiva contra los caballeros templarios. Uno de los milicianos que participaron en la batalla le reviró al secretario de Gobernación: Que Osorio Chong venga a desarmarnos (...). Nunca va a venir, pero que lo intente (El Universal,14/1/14).

A buen entendedor, pocas palabras. Para que no hubiera duda del mensaje del Tío Sam, el 17 de enero, una semana después de la alerta a sus ciudadanos sobre México, el secretario de Estado, John Kerry, dijo estar preocupado por el surgimiento de milicias para combatir a los narcotraficantes en Michoacán y preparado para tratar de ser útil en lo posible.

La estabilidad en Michoacán es importante para Washington. Desde ese estado mexicano parte uno de los corredores claves para el transporte de mercancías entre el Pacífico y el Golfo de México, el formado por la mancuerna del puerto Lázaro Cárdenas y el ferrocarril Kansas City. Desde allí se ha establecido un comercio privilegiado con China. Dos de cada tres aguacates que se consumen en el país vecino son cultivados en Michoacán y exportados, en su mayoría, por seis grandes empacadoras trasnacionales de capital estadunidense. Los michoacanos son la segunda comunidad de mexicanos más numerosa del otro lado del Bravo; 4 millones radican allí y mandan a su estado más de 2 mil millones de dólares al año...