El escándalo del acoso escolar

La Jornada, 10 de junio de 2014

En abril de 2010, una madre y su hija de 13 años fueron raptadas al llegar a su casa en la colonia Vergel de Guadalupe, en Nezahualcóyotl. Horas después aparecieron ejecutadas. La menor tenía un tiro en la cabeza.

La joven se llamaba Ana Laura. Cursaba el segundo grado de la Telesecundaria 190. Era una de las mejores estudiantes del plantel. Abanderada de la escolta, se estaba preparando para un concurso sobre los personajes de la Independencia y la Revolución. El crimen conmocionó a la escuela.

Dos años y medio después, en septiembre de 2012, igualmente en Nezahualcóyotl, se prendieron las luces de alarma. Una ola de rumores en redes sociales sobre supuestos autos quemados, saqueos en negocios, irrupciones en las escuelas y personas golpeadas se difundió a través de las redes sociales, provocando pánico. En algunas primarias los maestros pidieron a los niños que se tiraran al suelo boca abajo.

Hechos como éstos no sólo suceden en Neza. Alumnos y maestros los viven cada día en muchos lugares del país. No son una excepción. En diversas localidades del territorio nacional hay un clima de inseguridad generalizado. Literalmente, se vive entre asaltos, balazos y expolios.

Las escuelas no están aisladas del resto de la sociedad. La violencia que se vive en el seno de las familias, en las calles y en los medios de comunicación electrónicos las atraviesa y afecta. Las pistolas y los cuchillos que llevan los alumnos a las aulas vienen de sus casas o de las calles. El homicidio de Ana Laura no fue responsabilidad ni de sus compañeros ni de los maestros, pero los marcó a todos. Desde ese día la Telesecundaria 190 ya no fue la misma.

La fuente de esta violencia está fuera de las aulas, no en su interior. En condiciones adecuadas, la institución escolar puede ayudar a amortiguarla o a manejarla de otra manera mediante estrategias de solución pacífica de conflictos.

Por supuesto, hay formas de violencia específicas del ámbito escolar. El llamado bullying es una. En sentido estricto, se refiere a un maltrato reiterado, sea sicológico, verbal o físico, que un alumno, o un grupo de ellos, ejerce sobre un compañero. Su objetivo es intimidarlo por medio de agresiones.

En las últimas semanas el acoso escolar ha merecido una atención inusitada de los medios de comunicación. Sin embargo, se ha hecho abusando del concepto. Se califica indebidamente de bullying a cualquier forma de violencia escolar...