Ayotzinapa, Innsbruck y las maniobras gubernamentales

La Jornada, 09 de diciembre de 2014

La ratificación de que alguno de los restos humanos encontrados corresponden a Alexander Mora Venancio no comprueba la versión gubernamental de que los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron asesinados e incinerados en Cocula. El resultado de los estudios realizados por la Universidad de Medicina de Innsbruck ni avala ni contradice el relato oficial de los hechos. Solamente establece la identidad de un joven asesinado y quemado. No dice quién ni cómo ni dónde se hizo.

Carente de credibilidad, el gobierno quiso validar su explicación del crimen utilizando los resultados de los estudios de ADN efectuados en Innsbruck. En la conferencia de prensa del 5 de diciembre –en que no hubo preguntas–, el procurador Jesús Murillo Karam afirmó sin evidencia seria: Esta prueba científica confirma que los restos encontrados en una de las escenas coinciden con la evidencia de la investigación y con la declaración ministerial de los detenidos, en el sentido de que en dicho lugar y forma se privó de la vida al grupo de personas en los términos y señalamientos que dan en la averiguación.

Diplomáticamente, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), al que los familiares de las víctimas confiaron la responsabilidad de la investigación, lo desmintió. Ese día difundió un comunicado en que establece categóricamente: Por el momento no hay suficiente certidumbre científica o evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) y en parte por el EAAF correspondan a aquellos retirados del basurero de Cocula, como indicaron los inculpados por las autoridades.

La misiva explica que ellos no estuvieron presentes en el momento en que los buzos y los peritos de la PGR recuperaron la bolsa con los restos calcinados en la que–a decir de las autoridades– se encontraba el fragmento de hueso que permitió la identificación del joven Mora Venancio. Llegaron al lugar convocados por la PGR cuando la bolsa ya había sido abierta y la muestra se encontraba junto a otras en un área de limpieza.

Según los especialistas argentinos, se requiere de mayor evidencia física que una los hallazgos de Cocula y el río San Juan.

El señalamiento del EAAF es fundamental. No obstante que gran número de especialistas ha cuestionado seriamente la versión gubernamental de que los 43 normalistas fueron asesinados en el basurero de Cocula y sus restos incinerados lanzados al río, y han documentado fehacientemente sus inconsistencias, existe gran presión por dar por buena esta versión de los hechos...