La Jornada, 29 de abril de 2008
Cuando los niños de San Salvador Atenco dibujan su pueblo en los periódicos murales de sus escuelas, reproducen escenas en las que policías y helicópteros atacan a los pobladores. En sus viñetas aparecen hombres en prisión y víctimas de la violencia de las fuerzas del orden. Ellos no vivieron directamente la represión gubernamental, pero fueron marcados sicológicamente por los golpes que sus familiares y vecinos recibieron.
Cuando llega la hora del recreo o el momento de esparcimiento en las tardes, esos mismos niños evitan jugar a policías y ladrones. ¿Acaso hay algún pasatiempo infantil en el que los malos persigan a los malos? Prefieren jugar a los zapatistas y a los traidores. Unos se cubren el rostro con un pasamontañas, los otros deben enfrentar la indignidad de no defender su tierra.
La herida está abierta y los pobladores de Atenco se niegan a olvidar. Hace casi dos años, el 3 y 4 de mayo de 2006, más de 3 mil 500 agentes de distintas corporaciones policiacas desbarataron brutalmente una protesta campesina. Más de 200 personas, entre las que se encontraban nueve menores, fueron detenidas sin orden de aprehensión, salvajemente golpeadas y torturadas. La mayoría de las 47 mujeres que fueron presas sufrieron abusos sexuales.
Veinticuatro meses después permanecen en la cárcel 16 personas. Trece de ellas se encuentran en el penal del Molino de Flores. Tres más están en la penitenciaría de alta seguridad de Almoloya, junto a traficantes de drogas y secuestradores.
Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo fueron condenados a 67 años y medio de prisión. Se les acusa de secuestro equiparado y ataque a las vías de comunicación. Los dos primeros son campesinos y tienen 52 años de edad. Héctor Galindo es abogado y se encuentra en sus treintas. Sus condiciones carcelarias son muy difíciles. A cualquier hora son sometidos a exámenes en los que son desnudados.
Siguen procesadas, en libertad bajo fianza, otras 70 personas, habitantes en su mayoría de Atenco y los pueblos aledaños. América del Valle, hija de Ignacio, se encuentra prófuga. Las autoridades le negaron un amparo.
Los responsables gubernamentales de la represión y los abusos están libres. Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México, ocupa su tiempo en aparecer en las revistas del corazón presumiendo sus últimas conquistas amorosas. Eduardo Medina Mora fue nombrado procurador general de la República. El vicealmirante Wilfrido Robledo trabaja para Carlos Slim y espera el momento de reinsertarse en la administración pública...