La montaña y el cielo nocturno de la Lacandona 

La Jornada, 04 de mayo de 2021 

Desde el comienzo del calendario de la insurrección, la imagen del barco ha sido parte central de las metáforas de la narrativa zapatista. Curiosa ironía el que una fuerza político-militar enclavada territorialmente en las selvas y montañas chiapanecas, a cientos de kilómetros del mar, recurra a ella como símbolo de su proyecto emancipador. 

No debe extrañar entonces que, el buque La Montaña y la delegación zapatista, hayan levado anclas en Isla Mujeres para atravesar el Atlántico rumbo al puerto de Vigo. De por sí, el cielo nocturno de la Lacandona ha sido siempre una especie de mar tan grande, que no se ve ni su principio ni su fin, y en el que navegan libremente, impulsados por los aires, los sueños de todo tipo de utopías. Lo novedoso ahora no son las fantasías de un desembarco acuático en el viejo continente sino que, a más de 26 años después de anunciadas, se han hecho realidad. 

En una posdata que alerta a la OTAN, del 30 de enero de 1996, el finado subcomandante Marcos asegura que, Durito, ese escarabajo al que los guardias luego confunden con un rinoceronte enano, y al que distintos testigos aseguran haber visto en el abordaje de “La Montaña”, estaba empecinado con la idea de “desembarcar e iniciar la conquista de Europa”. Sin embargo, el sup, declinó ser parte de la empresa porque la embarcación que prepara se parece demasiado a una lata de sardinas, teme que lo quieran llevar de remero y la mayoría de las humedades le producen mareos. 

“La Montaña”, el navío en el que viaja el Escuadrón 421 del EZLN, no es una “lata de sardinas” como la de Durito, pero tiene sus años a cuestas. Fue construido en los astilleros A. Vujik&Zonene, en Holanda, en 1903, como un buque de pesca. No es un barco grande. Sus dimensiones son de 27 x 6.55 x 2.8 metros. A lo largo de los años ha sido reparado y mejorado. Su primer motor, de dos cilindros, fue hecho en 1931 en Finlandia. En 1963 lo cambiaron por otro de 280 caballos de fuerza, fabricado en 1955. Ese es el que hasta la fecha sigue usando. En 2011, la nave fue reconstruida en Hamburgo. Desde 2005 surca los mares de Panamá, Colombia y Jamaica. 

Los navíos, como vehículos para transitar a un otro mundo, son piezas medulares del proyecto de los rebeldes chiapanecos. En la posdata del ensayo “El neoliberalismo: la historia como historieta”, con fecha del 6 de abril de 1996, presentado en el Encuentro Continental Americano por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, el subcomandante Marcos escribe: “el viejo Antonio descubrió que todos los que se subieron al barco son los mismos que habían sido excluidos, siempre, de todos los barcos. 

“Y por eso se subieron –contó Antonio al subcomandante Marcos– porque esos hombres y mujeres, y jóvenes, algunos presos, la mayoría indígenas, ‘ya no quieren obedecer órdenes, sino participar, ser capitanes y marineros’ y hacer avanzar ese barco hacia un futuro más grande, con seriedad y alegría, encontrándose los hombres”...