Magisterio: el otoño de la primavera

Magisterio:  el otoño de la primavera

El Cotidiano 33, 1990, enero-febrero

La solución que el movimiento democrático obtuvo en su ofensiva de abril-mayo fue no sólo un triunfo para el movimiento sino también para una línea de conducción a su interior. De hecho, esta línea f arma parte del liderazgo histórico que construyó y fortaleció a la CNTE y a sus contingentes regionales, en contraposición a otras que fueron derrotadas no sólo por la fuerza de los argumentos si no de los hechos: los movimientos regionales que dirigían fueron aplastados. 
La nueva ofensiva del movimiento fue también el terreno de confrontación para estos agrupamientos.

El embotellamiento

Cuando el jueves 31 de octubre pasado el magisterio democrático anunció la realización de un paro nacional indefinido, el conflicto parecía estar en un embotellamiento similar al que días después los profes iban a provocar en la ciudad de México.

Las demandas en esta ocasión no tenían la nitidez que para la mayoría de los padres de familia habían tenido en las jornadas de abril-mayo. Si una vez más hubo solidaridad del pueblo no organizado, esto tuvo que ver más con un estado de ánimo general que identifica la condición del maestro con una situación de explotación y antidemocracia que con las demandas concretas. Mientras la Sección IX, recientemente democratizada, exigía el reconocimiento de sus 333 comisionados sindicales y la nulidad de las actas de abandono de empleo contra sus dirigentes, los maestros de Michoacán reivindicaban el reconocimiento de su comité Ejecutivo Seccional Democrático...